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31 marzo 2011

Visitando la Avenida Q

Tengo que reconocer que me estoy engorilando mucho con este tema, pero la verdad es que desde que el sábado pasado volví a ver el musical Avenue Q, no he parado de revisar sus vídeos en YouTube, de escuchar la banda sonora en Spotify y de darles el coñazo en Facebook. Os prometo que esta ya es la última, eso sí, tremenda, chapa que doy al respecto.


Y vosotros diréis, ¿pero tan bueno es? ¿Tanto como para verlo dos veces? Pues hombre, bueno, es; muy bueno, no en balde ganó en 2004 tres de los seis premios Tony a los que estaba nominado (mejor musical, mejor música y mejor libreto, faltaron actor, actriz y director); pero lo cierto es que la segunda vez conseguí entradas gratis, y eso siempre ayuda a decidirse.
Si algo puede destacarse de Avenue Q es su originalidad y su incorrección. Originalidad por ser un espectáculo de marionetas para adultos, máxime cuando las marionetas son tan claramente barriosesamescas. Como en Barrio Sésamo, los muñecos viven en mundo en el que interactúan despreocupadmente con humanos, pero al contrario que allí, aquí podemos ver a los marionetistas. Lo cual es genial, porque los gestos de los actores detrás aportan una carga extra de expresividad a unos simples muñecos.
¿E incorrección? Muchísima. Y no hablo solo de lo chocante de ver a marionetas diciendo tacos o mostrando comportamientos explícitamente sexuales, sino de los temas que toca y cómo lo hace. Quizá el tema más paradigmático sea el del racismo, honestamente abordado en la canción Todos somos algo racistas, en la que saca los colores hasta al más abiertamente buenrollista. Pero también es tremenda la canción Schadenfreude, que, usando la palabra alemana que designa "la alegría por las desgracias ajenas", se toma a chuflas situaciones jodidas, y si no, atentos a este extracto:

¿No aplaudes si a un camarero se le cae la vajilla?
¿Y a que si un esquiador se la pega te partes de la risa?
¿No valoras más tus piernas si a un cojo con muletas tu ves?
Schadenfreude , no ser ellos te hace sentir bien.
(...)
Decirle a un vegetariano que acaba de comer pollo.
La cara de un chulazo al comprobar que se ha follado a un ogro.
Y en un ascensor te dicen “¡Aguántame la puerta que llego ya!”…
¡¡NO!! ¡Schadenfreude , que te jodan, haber corrido más!
Y que te parece si ves…
Empollones suspender.
ETSs contraer.
Trapecistas con resaca.
Una vieja en taca-taca.
Futbolistas expulsados.
O jefazos arrestados.
¡Darle un Oscar a una actriz y no dejarle hacer su speech !
Pero claro, la obra puede ser buena, pero ¿y la traducción? Pues por lo que he podido comparar, la adaptación de las canciones realizada por Miguel Antelo es sensacional: mantiene el ritmo, el espíritu y la mala leche con unas letras realmente fieles a las originales. Para el nivel de las traducciones a las que estamos acostumbrados en España, es realmente gratificante encontrarse con esta pequeña maravilla.
Grandes ejemplos de esta traducción los podemos encontrar en la canción (que debiera convertirse en himno) En Internet solo hay porno:
Me up all night honking me horn to porn, porn, porn / Mi cachondo siempre yo estar viendo porno
All these guys unzip their flies for porn / Mis colegas se la menean viendo porno
Sorry, Kate: I masturbate / Lo siento maja: me mato a pajas
Grab your dick and double-click for ponr, porn, porn! / Me la meneo si cliqueo viendo porno

No os podéis perder este vídeo

O, como no, la absolutamente desproporcionada:
So what should it matter to me what you do in bed with guys? / ¿Por qué me debería que importar que te la metan por detrás?
Esta es de la canción Si fueras gay en la que Nicky, el bocazas que recuerda a Epi trata de sacar del armario a su compañero de piso Rod, sospechosamente parecido a Blas (y un poco facha, según dice él mismo).


Y este menos aún

Bueno, todo esto está muy bien, pero ¿merece la pena la historia? No querría colar spoilers (bueno, MÁS spoilers), pero se puede decir que el musical cuenta la historia de Princeton, un recién licenciado que llega a la Avenida Q tratando de iniciar su vida adulta, pero la realidad se le empieza a hacer muy cuesta arriba, hasta que, finalmente, encuentra una meta a la que dedicarse. Puede sonar moralizante, pero nada más lejos de la realidad.
Junto a Princeton están los demás habitantes del barrio: los humanos Brian, Merry Christmas y Gary Coleman (sí, ESE Gary Coleman), los muñecos Rod, Nicky, la srta. Potorro y Lucy la Guarra, los monstruos Kate y Trekkie y los inclasificables y descojonantes ositos de las malas ideas (son los típicos angelito y diablito que representan la conciencia en tantos dibujos animados, solo que aquí son a cuál más cabrón). Todos ellos llevan unas vidas patéticas que no mejoran especialmente a lo largo de la obra.


Descubre sus vidas: ¡Qué mierda ser yo! La canción emblema del musical


¿Y qué tal los actores? Pues yo destacaría sobre todo a Ángel Padilla, que lleva el peso de la obra manejando a Princeton y a Rod, y a Leo Rivera, que le da la réplica con Nicky, Trekkie Monster y los ositos. En particular, la puesta en escena de Nicky y Trekkie es espectacular, pues se manejan a tres manos y una marionetista tiene que acompañar sincronizadamente a Leo, no sé si me explico, bueno, ved los vídeos de arriba.
También son muy buenas las actuaciones de Isabel Malavia e Inma Mira, que se turnan de una representación a otra para manejar a Kate Monster y a Lucy la Guarra. Curiosamente ambos personajes tienen un diálogo que es bastante esquizofrénico al estar interpretado por la misma actriz, pero queda bastante curioso en escena. He tenido la suerte de ver la actuación de ambas actrices y, personalmente, me quedo con la de Inma.
Y geniales Mayka Sitte, que clava a Gary Coleman, la gritona Thais Curia y el bonachón Pablo Muñoz-Chápuli, a quien ya conocía de su etapa de teatro universitario.

Y después de este post infernal, lo que me queda es recomendaros encarecidamente que vayáis a verla con vuestros propios ojos. El fin de la temporada es el mes que viene, así que están de rebajas con las entradas. ¿Cómo? ¿Que se acaba? Pues sí, hay rumores de que puede haber una gira por varias ciudades españolas (parece que Valencia está confirmado), pero lo cierto es que la obra tiene los días contados, supongo que por no haber tenido el mismo éxito que en Broadway o Londres, donde sigue en cartel.
Yo, la verdad, no entiendo a las productoras teatrales que, después de invertir una pasta en realizar la obra, ya saquen beneficios o no, nunca invierten un poco más en hacer una grabación en vídeo decente y venderla después. Quiero decir, es una inversión irrisoria comparada con el volumen de la obra, y, una vez publicada, puede ir reportando beneficios durante un tiempo todo lo largo que quieran. Así pues, para animarles a que se planteen la posibilidad de hacer algo así con este musical, he lanzado una campaña de recogida de firmas a ver les convencemos. Ya os digo de entrada que les va a dar la risa, ya que no tiene pinta de que vaya a conseguir un efecto viral y hasta ahora solo hemos reunido 12 firmas (¡nivelón!). Pero bueno, si os animáis a firmar, ¡aquí tenéis el link!
Y, en serio, ¡id a verla!

25 mayo 2010

Por qué me ha gustado Lost




Se me hace raro pensar que han pasado ya casi seis años desde que, animado por los curiosos trailers que emitieron en TVE, me decidí a ver el primer episodio de aquel "Perdidos", la enésima promesa de ese mago de la televisión que es J. J. Abrams. Como a tantos otros, aquella historia que en principio parecía una típica aventura de náufragos y que, de pronto, se llenaba elementos totalmente desubicados, me enganchó por una semana más, luego otra, luego otra... y, antes de darme cuenta, ya estaba seducido por esa isla en la que nada encajaba, y por esa historia retorcida, plagada de "dedos de serpiente" (como los llama John Crowley) en los que nos cuentan la vida de tantos personajes que acaba apabullando.
Durante seis temporadas, Perdidos me tuvo pegado a la tele, viendo cada episodio sin perderme uno. Saltando de la silla en cada finale y mordiéndome las uñas durante el verano esperando la siguiente temporada. En la tercera, no pude esperar a que doblaran la serie y comencé a ver los capítulos en versión original, lo que creo que me convirtió definitivamente en un fanboy de Lost (ahora sí, Lost) en toda regla.
Y entonces, en la madrugada del 24 de mayo, simplemente terminó. Era un final esperadísimo; no recuerdo una expectación mayor a nivel mediático por conocer
el final de una serie (ni siquiera con Battlestar Galactica, también secundada por un importante fenómeno fan). Internet ardía con el final, mientras radios, periódicos y cadenas de televisión anunciaban a bombo y platillo el acontecimiento. Perdón, El Acontecimiento.
Obviamente, para los guionistas iba a ser imp
osible cubrir las (altas) expectativas de tanta gente y ahora, mientras se desvanece la noticia en los medios, Internet sigue ardiendo con el debate: "¿Ha sido el final de Lost un fiasco?".
Como bien dice el título, para mí no lo ha sido, aunque p
uedo entender que para muchos sí. Están los que se quejan, no sé si con razón, de que han quedado muchos enigmas sin resolver; en mi opinión, no han sido tantos, y los que han quedado hasta me parece bien que hayan quedado oscuros. Están los que se quejan de que ha sido un final ñoño y es cierto, pero esto era un drama y, o acababa bien o acababa mal; yo me alegro de que haya terminado (en cierto modo), bien. Están también los que se quejan de que el final ha sido demasiado místico, pero el misticismo no ha faltado nunca en la serie, por lo que sacarlo a relucir ahora me parece fuera de lugar. Y luego están los que querían "otra cosa"; los que no se hubieran contentado con ningún final, porque ninguno habría colmado sus expectativas de lo que debería haber sido, por más que ellos mismos ni siquiera supieran exactamente qué coño esperaban. No sé, me imagino que son el mismo tipo de listillos que hubieran solucionado El Señor de los Anillos yendo desde el principio a destruir el anillo al Monte del Destino a lomos de un águila. ¿Y la epopeya?
Pues sí, yo considero a Lost como una
epopeya, una Gran historia en la que los escritores nos han llevado a donde ellos querían (como todos, ¿o no?) a través de las complejas motivaciones de una miríada de personajes. El adónde nos han llevado, ya lo ha explicado magníficamente Pedro Jorge en este post, denso pero inapelable (y todo un spoiler en si mismo, ojo). El cómo nos han llevado hasta allí y qué nos ha quedado tras ese camino es lo que nos quedará de esta serie:

La narración
Puede que a muchos les haya parecido lenta o, en ocasiones, irrelevante; pero Lost está magistralmente narrada. Salvo en contadas ocasiones, cada episodio está dedicado a un personaje, del que nos van contando, a través un flashback intrigantemente paralelo a la historia en la isla, el trasfondo y las motivaciones de las decenas de personajes relevantes en la trama. En cierto momento (y con gran sorpresa), los flashbacks se convierten en flashforwards, y después en (aparentes) flashsideaways. Y todo consistente con la trama. Ya me gustaría que hubiera más narraciones no ya tan complejas, sino tan profundas en el desarrollo de personajes.

La Isla

Hay mucha gente que se queja de que no han explicado qué es realmente la isla. Pero, una vez visto el final, ni siquiera creo que sea importante saber por qué ocurrían las cosas que sucedían en ella. Tampoco es que fuera simplemente el escenario en el que se desarrolla la epopeya, pues La Isla es un personaje más: conocemos mucho de ella, pero no todo. lo cierto es que ningún otro personaje de la serie lo sabe, ¿cómo nos lo iban a explicar a los espectadores?
Sinceramente, prefiero quedarme con el misterio y los enigmas sin resolver que encontrarme con una mala explicación de última hora pensada para salir del paso. La Isla es la excusa para mostrarnos el viaje de los losties, que es de lo que trata la serie.

La Iniciativa Dharma
Ciertamente me uno al grupo de los que estamos (un poco) desencantados por la falta de protagonismo (por no decir ausencia total) de nuestra querida Iniciativa Dharma en la última temporada. Desde la segunda temporada hasta la quinta nos hemos deleitado en el impacto visual de esas instalaciones científico-vintage en mitad de la jungla; esas computadoras con CRTs, teclados aparatosos y luces de colorines; esos vídeos en sepia con el científico siniestro; esa comuna huxleysiana en la que todos visten con monos y se distinguen por su emblema. Coño, ¡pero si me compré una camiseta de la estación Cisne y se me ha quedado obsoleta!
De todos modos, mirando atrás, es cierto que la historia de los dharmitas queda perfectamente cerrad al final de la quinta temporada. No había necesidad de resucitarla, solo nostalgia.

Los personajes
Los que hemos llegado hasta aquí tenemos
claro que la verdadera historia no era tanto qué les sucede a los losties en la isla, sino cómo llegan a ella y cómo se van, se quedan o mueren en el intento. Todos han evolucionado, terminan la serie crecidos tras una experiencia que les pasa por encima y les obliga a cambiar. Eso es lo que hemos visto durante seis años. Por eso la sexta temporada es como es: no valía con contarnos cómo terminaba el periplo en la Isla, tenían que contarnos cómo acaba todo para ellos, al final, mucho después de que todo aquello sea un recuerdo imborrable. Por eso es un final ñoño, por eso es un final feliz.

Lo que no nos han contado
Como ya he dicho, me parece que lo que los guionistas nos han dejado de contar es porque no era relevante, ni aportaba ni quitaba nada a la historia. Entiendo que haya gente (mucha) decepcionada, pero me parece injusto, como se lee en varios sitios, decir que "nos han engañado". No es así. O sí, nos han engañado, pero como varias otras veces a lo largo de la serie, para mantener el interés, no por reírse de nosotros. Recuerdo, por ejemplo, el primer episodio con un flashforward al final de la tercera temporada: todo el episodio tiene algo que no encaja, pues creemos que es otro flashback. Es un engaño, pero es la innovación de una nueva trama. Con el (para tantos decepcionante) flashsideaways sucede igual: nos hacen creer una cosa, y aunque nos dejan pistas para hacernos ver que no es eso, se nos hace difícil encontrar la respuesta hasta que es obvia. ¿Engaño? Pues encantado de que me engañen con tanto arte, ya quisieran otras series ser capaces de hacerse así con el público.

Así que, por fin, epopeya o no, engaño o no, esta serie ha pasado ya a la Historia de la televisión como una de las grandes (para mí, de las que he visto, como la que más). Y cuando pase el tiempo, sospecho que envejecerá bien y podremos revisitarla varias veces y cada una nos aportará algo nuevo. Por todo eso, no puedo sino estar agradecido a LOST.

07 febrero 2010

Nos vemos en Montauk

Este último viernes tomé una gran decisión al elegir película para ver después de cenar. Me la habían recomendado varias personas (entre ellas, Brucknerite, ¡gracias!) y había leído en varios foros que se la considera una de las películas de culto de esta década.
Eternal sunshine of the spotless mind, del director y guionista Michel Gondry, se estrenó en 2004, justo a tiempo de ganar el Óscar al mejor guión original, algo que no me extraña de una historia tan deliciosa. Tan curioso título se debe, tal y como desvela el personaje interpretado por Kirsten Dunst, a un verso del poema "ELoisa to Abelard" del inglés Alexander Pope (sí, el mismo que se representa en uno de los espectáculos de marionetas de Being John Malkovich. Charlie Kaufman es guionista de ambas películas, por cierto):

How happy is the blameless vestal’s lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray’r accepted, and each wish resign’d.
En España tuvimos el habitual destrozo con la traducción del título (supongo que en parte debido a que el conocimiento de la poesía británica del siglo XVIII entre el español medio es nulo); así que nos tuvimos que conformar con "Olvídate de mí". Este título es además un pequeño spoiler, pero sin demasiada importancia, ya que al cabo de diez minutos de película, ya adivinamos que la trama gira en torno a los recuerdos de una relación amargamente rota.
La mayor parte de la película transcurre dentro de la mente de Joel Barish, interpretado por Jim Carrey. No se trata de Carrey histriónico e insoportable de esas comedietas que tanto le gusta hacer, sino del serio y complejo actor que saca de vez en cuando, como en The Truman Show o en The Majestic, y que no me extrañaría que un día le consiguiera un Óscar.
El contrapunto se lo da Kate Winslet, interpretando a Clementine Kruczynski, un personaje que parece diametralmente opuesto al de Joel (lo cual explica el de
sarrollo de la historia). Esta es una de esas pocas películas en las que la Winslet no enseña las tetas, lo cual no impidió que fuera nominada al Óscar a la mejor actriz (aunque no lo ganó: fue el año de Million Dollar Baby).
Toda la película está narrada de forma no lineal, dejando al espectador la tarea de reconstruir el orden de los acontecimientos, y, a la vez, explorar junto con Joel el deterioro de su relación con Clementine a través de los recuerdos que va olvidando. Y este olvido es el que hace a la película tremendamente triste, a mi juicio, por más que Gondry introduzca elementos divertidos a través de la trama secundaria. Si no tenemos un día muy melancólico, merece la pena pensar un rato acerca de lo que transmite la historia (eso sí, el día se volverá melancólico acto seguido)
Por si fuera poco, prácticamente desde el principio de la película le estuve dando vueltas a algo que me recordaba y que no sabía qué era. La ciudad en la que Joel y Clementine se conocen se llama Montauk. MONTAUK. ¿De qué me sonaba a mí Montauk, una ciudad de apenas 4000 habitantes, situada en el extremo oriental de Long Island, lugar más o menos conocido de vacaciones del Estado de Nueva York? Pues lo normal sería que de nada, pero yo había oído ese nombre antes. Finalmente, en el clímax de la película, Clementine me dio la clave al susurrarle a Joel las palabras "Meet me in Montauk".
En efecto, esa frase aparentemente inofensiva, pero crucial en la trama, es también el nombre de la última canción del disco Juturna, de los estadounidenses Circa Survive, una banda a la que escucho frecuentemente, también gracias a una recomendación 2.0.
Se trata de una canción también bastante triste y claramente inspirada por la película:

La letra:
Leave just as you came (without a sound),
Nothing to ruffle your ends.

I've been wandering around,
Making up movies in my head
So we say don't let it go,
let me try and pull out pride.
I already forget how I used to feel about you

Leave as fast you came, no invitation
Nowhere to go from here.

I've been wandering around,
Wondering how I got so, got so, so fucking boring
All the sudden, so fucking scared... I'm not scared.
You'd mean so much more to me if I remembered.


Pero por lo visto, no es el único grupo que le ha dedicado una canción a esta película, sino que ésta ha servido de inspiración a, al menos, una decena de artistas. Todo un récord para una película tan introspectiva como esta, al cual hay que añadir, que ha conseguido motivarme a mí para volver a escribir una entrada después de mes y medio. Maravillosa, en fin.

20 diciembre 2009

Avatar: acojonante

[Texto sin spoilers]

He de reconocer que aunque ya se me ha pasado un poco el efecto con-la-boca-abierta con el que salí ayer del cine, todavía estoy francamente impresionado con la película Avatar.
Supongo que dada la tremenda expectación mediática con la que se esperaba la última obra de James Cameron, muchos tenían (teníamos) el temor de que al final no estuviera a la altura (un poco al estilo de lo que realmente ha pasado con las series Fringe o Flash Forward). Afortunadamente, Avatar no solo está a la altura de cualquier expectativa prevista sino que, al menos a mí, me ha dejado maravillado por el demoledor despliegue de efectos especiales.
Por que, ante todo, Avatar es una película visual: yo diría que a estas alturas ya deberíamos estar acostumbrados a que las películas incorporen unos CGIs exquisitos hasta el ínfimo detalle, o unos personajes maquillados digitalmente hasta el último poro, pero es que en Avatar supera a buena parte de las películas con recreación digital que se han visto hasta ahora. Y no solo eso, sino que el rodaje 3D potencia esa sensación de realismo hasta las máximas consecuencias. No es un 3D del que suele verse en películas de animación para el público infantil (o no tan infantil), pues no recurre a los típicos trucos de elementos en hiper primer plano tratando de golpear al público. No hace falta. Es un 3D fluido, envolvente, omnipresente, que pasa
desapercibido precisamente porque en cada momento notas que estás dentro. Realmente merece la pena pagar el extra del cine por verla en 3D.
En cuanto al argumento que acompaña a la maravilla visual, Cameron ha optado por una historia ambientada en un universo de ciencia-ficción soft, pero sin resultar excesivamente original: una compañía multinacional multiplanetaria expoliando los recursos naturales de una tierra usurpada a unos aborígenes. Historia viva de la Tierra, pero ambientada en un planeta (perdón, satélite) distinto, y con grandes dosis de concienciación ecológica, todo muy Gaia. De acuerdo, no es excesivamente original, pero junto a los hipnotizantes escenarios seduce al público y se lo mete en el bolsillo.
Desde un punto de vista estricto de ciencia-ficción, como he dicho, se trata de una historia soft, más centrada en las relaciones interraciales que en el despliegue tecnológico. Por suerte Cameron nos ha ahorrado la palabrería pseudocientífica y deja muchas cosas sin una explicación que, al fin y al cabo, no era necesaria. En cuanto al desarrollo de la historia entre indígenas y alienígenas (nos dejan muy clarito quién es el alienígena aquí), Cameron cae en varios tópicos, pero está lo suficientemente bien hilada con el resto del entorno como para perdonárselo.
La trama sigue un ritmo tranquilo (al fin y al cabo la película dura casi tres horas), sin resultar aburrida en ningún momento y sin ponerse demasiado frenética ni siquiera durante los momentos más intensos. Por supuesto, hay algunos puntos poco claros (como para qué coño necesita un cuchillo gigante un robot-armadura de 5 metros de alto), pero son de tan poca envergadura que podemos hacer como si no existieran.
En definitiva, creo que la película es deliciosa, otro gran éxito de ese mago del cine que es James Cameron, y abre la puerta a toda una nueva forma de ver el cine en tres dimensiones. Esperemos que otros directores tomen buena nota.
Y, por favor, que no haga Avatar 2, no sea que la cague.

08 mayo 2009

La brújula que no existía y la paradoja de Newcomb

внимание, spoilers!

Ayer, gracias a una de esas casualidades de la vida que lo hacen todo mucho más interesante, justo después de terminar de ver el último episodio emitido de Lost, me puse a leer un artículo (primera parte, segunda parte) en el que se trataba de explicar el problema de Newcomb. No es mi intención tratar de explicarlo aquí, ni hablar de las disquisiciones filosóficas que se pueden extraer de ella; qu
ien esté interesado, que se lea los enlaces, pero ya adelanto que ninguno de ellos es especialmente instructivo. Lo que me llamó la atención fue una de las paradojas que se pueden extraer de la formulación fuerte del problema. Tal y como se cuenta en la segunda parte del artículo:

Por ejemplo, imagina que puedes viajar libremente en el tiempo. Viajas hacia un futuro lejano, y mientras exploras la Tierra del futuro encuentras las ruinas de una ciudad. En las ruinas descubres una estatua muy hermosa: tan hermosa que decides llevártela a casa. Vuelves hacia el pasado, y pones la estatua en el salón de tu casa. Con el paso de los años, mucho después de tu muerte, hay una guerra y la ciudad queda en ruinas. Muchos siglos después, un explorador en el tiempo descubre la estatua… ese explorador eres tú, y te la llevas de vuelta a casa. ¿de dónde diablos ha salido la estatua? ¿quién la ha creado?
Curiosamente, algo muy similar ocurre en la quinta temporada de Lost, y ya le estuve dando vueltas desde que apareció esta historia la primera vez. El asunto es el siguiente: en el primer capítulo ('Because you left') en un momento dado John Locke (no el filósofo) aparece (tras un salto en el tiempo) en mitad de la selva, en algún momento del año 2007, herido de bala. Al momento se pasa por allí Richard Alpert, con un botiquín en la mano para curarle. John le pregunta, obviamente, que de dónde coño ha salido y por qué sabe que está herido. Richard le responde que es el mismo Locke el que le ha dicho que lo haga. Locke flipa en colores y Richard le viene a decir que un Locke del futuro (en el futuro del Locke que está herido, el presente para Richard) es el que le ha dado las instrucciones. Tras cierto diálogo que no viene al caso, Richard le da a Locke una brújula y le dice: "La próxima vez que nos veamos, no te voy a reconocer. Tienes que darme esto".

Poco después Locke vuelve a saltar en el tiempo (involuntariamente) y termina la escena.
Dos episodios después, en 'Jughead', Locke acaba llegando al año 1954, donde se encuentra de nuevo con Richard quien, efectivamente, no le reconoce (más bien es que, por aquel entonces, Richard no había visto nunca a Locke. De hecho Locke ni siquiera había nacido). El caso es que, entre otras cosas, Locke le da la brújula a Richard.

Ya os imagináis por dónde van los tiros, ¿no?
El caso es que en el decimoquinto episodio, el de este jueves ('Follow the leader'), se cierra el círculo. Locke, tras ciertas vicisitudes verdaderamente vicisitúdicas, ha regresado al año 2007 y se vuelve a encontrar con Richard. Le pregunta que si conserva la brújula que le dio en 1954 y Richard le dice que sí, aunque un poco oxidada. Poco después lleva a Richard hasta el lugar donde se va a encontrar con el Locke herido y le da las instrucciones y el botiquín para hacer lo que tiene que hacer.

Círculo cerrado.¿O no?
Pues no, y aquí entramos en la paradoja que mencionaba al principio: la brújula realmente no existe. Nadie la ha fabricado y nunca se destruirá; sin embargo, la brújula tiene existencia (en la serie) en el marco 1954-2007. Y es más, si Richard dice en 2007 que la brújula se ha oxidado, entonces Richard la recibirá en 1954 ya oxidada, y se oxidará aún más entre 1954 y 2007, momento en que Locke volverá a hacer el traspaso, así que seguirá oxidándose infinitamente... vamos, que en cualquier momento entre 1954 y 2007, la brújula debería estar hecha unos zorros.
Pero vamos, que no sé por qué me meto yo en estos jardines, como si lo de Lost tuviera alguna probabilidad de acabar de forma coherente en la próxima (y última) temporada...

[Capturas de vídeo obtenidas de los episodios de Lost emitidos en EEUU por ABC. El gráfico es un churro hecho en Pogüerpoin]

23 abril 2009

In Memoriam

внимание, spoilers!

Para los que llevamos cinco años siguiendo las desventuras de las cuarentonas de Wisteria Lane, el episodio del pasado domingo (5x19, "Look into their eyes and you see what they know") fue triste, ya que certificó lo que se intuía en el episodio previo, tras un mes de tenernos en ascuas: los guionistas han matado al personaje de Eddie Britt.

Eddie Britt. Octubre 2004 - Abril 2009.
Eddie Britt, interpretada con gran desparpajo por Nicolette Sheridan, representaba el arquetipo universal de MILF, amén de ser un putón verbenero, un pésimo modelo ético y una intrigante y deliciosa hija de puta en toda regla.
La echaremos de menos.

09 marzo 2009

Camino, de Fesser

Ayer cometí el error de ver Camino después de la cena. Pero no lo digo porque la película me pareciera mala (al contrario) o porque me acabara acostando a las mil (hoy es lunes, recuerdo); lo digo porque consiguió sacarme de mis casillas tanto como para haberme tenido media noche dándole vueltas.

La verdad, solo recuerdo una película recientemente que me haya tenido tan nervioso durante todo el metraje: en United-93 me desquiciaban las ganas de gritarles a los protagonistas que reaccionaran de una puta vez. En Camino, la situación es aún más angustiosa, dado que no hay ningún personaje capaz de reaccionar.
Javier Fesser nos pinta un estrato de la sociedad inquietantemente cercano al que nos rodea. Tan cercano que no podemos evitar preguntarnos si alguno de los muchos católicos que conocemos podría alcanzar cotas tan vergonzantes de fanatismo. Y la respuesta es que tal vez.
Reconozco que sé poco acerca del Opus Dei, de su estructura y funcionamiento. De entrada, la típica imagen estereotipada de cuando se menosprecia a alguien diciendo "este es del Opus", unida a alguna leyenda urbana de mis tiempos de estudiante (tal profesora es numeraria) y a alguna reseña leída en algún periódico. De hecho, ni siquiera he leído la entrada en la Wikipedia; pero es que, sinceramente, no quiero conocer más de esa gente, tan solo mantenerlos tan alejados de mí y de mi familia como sea posible. No sé, tal vez me haya afectado más por ser padre y tener dos hijas... solo pensar que alguna de ellas pudiera verse envuelta en tal ponzoña de fanatismo me pone los pelos de punta.
Dicen que la jerarquía del Opus y algún sector radical católico cercano ha protestado por la difusión de la película. La verdad, no me sorprende, porque los sitúa a la misma altura que a otra secta cualquiera, donde deben estar. Pero Fesser no se conforma con mostrar las miserias y mezquindades de estos integristas, el machismo y sometimiento de la mujer, la anulación de la voluntad social de los miembros, la vomitiva anteposición de su tóxica fe a sus seres queridos, la maniquea doctrina o la perversa y constante manipulación de las personas. Además, Fesser nos muestra el esperpento, la ceguera de los opusitas ante la realidad que tienen delante, guiada por su vil ideología, la repugnante cobardía de una madre egoísta jaleada por unos no menos repugnantes sacerdotes hipócritas y ávidos de hacer apología de su sinsentido.
Pero, por encima de todo, y aquí es donde me quito el sombrero ante él, Fesser se mofa de un Opus corrupto por sus propias mentiras y su propia estupidez, engañado por las fantasías de una niña que acaba de antrar en la adolescencia como tal vez entramos todos: enamorándose.
Porque Camino es exactamente eso: la historia de una niña que empieza a descubrir que hay vida más allá de la asfixiante presencia de su fanática madre y las tóxicas enseñanzas que le ha inculcado. Es una niña atrapada entre el ansia de conocer y una moral medieval y espesa. Es una niña que le pide a su padre que la libere de semejante losa, pero este, siendo como es un personaje triste y cobarde (y, ¿por qué no? también atrapado), no puede llegar por más que quiera. Es una niña que quiere expresar su enamoramiento antes de que la enfermedad la consuma y los que están a su alrededor, con sus gigantescas anteojeras, no la entienden.
En definitiva, una película triste, penosa, indignante, inhumana, que te hará llorar lágrimas amargas, te hará un nudo en el estómago o te hará desear gritar de rabia, pero seguro que no te dejará indiferente. En mi opinón, 6 Goyas más que merecidos.

30 abril 2008

Re: El color de la luz fantástica

Hace cosa de un mes me enteré (que recuerde, al menos aquí) de la disponibilidad de la miniserie televisiva Terry Pratchett's The Colour of Magic, dos episodios de hora y media que relatan, respectivamente, los dos primeros libros de la saga de Mundodisco: El color de la magia y La luz fantástica.
No es la primera adaptación cinematográfica que se hace de Mundodisco, pero por mi parte, es la única que he visto hasta ahora (principalmente porque aún no he leído Hogfather/Papá Puerco y querría hacerlo antes de ver la película).
La verdad es que no puedo decir que la serie no me haya gustado, aunque es cierto que no me ha entusiasmado ta
mpoco. Para empezar, la ambientación: vale, los escenarios están currados y las CGIs (o el abuso de ellas) producen en general un buen ambiente, peeeeeeeero... no sé, esa no es la Ankh-Morpork que yo me había imaginado y la Universidad Invisible se me antoja un poco cutre.
En cuanto a los personajes, en general me han decepcionado un poco:
Rincewind (Sir David Jason): ¿En serio hacía falta escoger a alguien tan viejuno? Bueno, vale, en la peli dicen que lleva 40 años en la Universidad, pero eso no es así en los libros. En cualquier caso, el tipo no lo hace mal: su incompetencia natural queda sobradamente de manifiesto, aunque claramente no es el tipo de persona capaz de correr decenas de kilómetros descalzo si la ocasión lo requiere (como en El país del fin del mundo).

Dosflores (Sean Astin): Obviamente, el director de cásting no ha leído Tiempos Interesantes, porque si no, sabría que el Imperio Ágata, de donde es originario Dosflores, es el equivalente a la China imperial del Mundodisco, y aquí el amigo Samsagaz, de chino tiene poco. Aún así, me ha gustado: es tan simplón y torpe como uno se esperaba.



El Patricio (Jeremy Irons): Muy correcto, sale poquito, pero da el pego de gobernante sin escrúpulos, despiadado y maquinador.





El 305º Archicanciller (Tim Curry): Definitivamente genial. Un tipo cruel, trepa, odioso y... ¡gordo! Coñe, que los magos de la Universidad Invisible (salvo Rincewind y el Tesorero) tienen que estar fanegas. En la película esto no se respeta a rajatabla, pero algo es algo.




El Bibliotecario: Aunque sale como humano protagonizado por un tal Nicholas Tennant, acaba obviamente transformado en orangután. La caracterización está lograda, pero le falta esa dosis de psicosis, genialidad y absoluto desprecio por el género humano que le caracterizan. Una pena.




Cohen el bárbaro (David Bradley): Brutal, como recién salido de los lápices de Paul Kidby. Con diferencia la mejor caracterización de todas. La interpretación, correcta y divertida.





La Muerte (voz de Christopher Lee): No me ha gustado el aspecto general (y eso que la han hecho bastante parecida a la ilustrada por Kidby), demasiado sórdida, nada elegante. Además, no mueve la boca al hablar. La voz es chula, aunque no sé yo si es UNA VOZ EN MAYÚSCULAS.




En cuanto a la historia, se puede decir que es bastante fiel a los libros. Obviamente se salta algunos pasajes y hay algunas situaciones añadidas, pero el efecto general es que se ha respetado razonablemente la trama original. ¿Divertida? Sí, bastante, aunque te ríes más con los libros: en la película no se han podido incluir los pies de página, por ejemplo.
Más cosas remarcables: el cameo del propio Pratchett como astrólogo de Krull, la aparición del Wyrmberg, el troll gigante que les ataca, la escena de la eclosión y, en general todas las apariciones de Gran A'Tuin. Echadle un ojo al vídeo y me contais.




Resumiendo: si eres un fan de Mundodisco, merece la pena echarle un ojo. Una búsqueda rápida en Google y aparecen los torrents y los subtítulos fácilmente, así que no hay excusa.

21 septiembre 2007

Humor en diferido

Ya tengo un nuevo antihéroe al que venerar.Se trata de Junior Klamstein, el seguidista, desafecto y levemente oligofrénico hijo menor de la familia Klamstein, en la que el padre, Fredderick, habla como Rajoy, la madre, Amy, aún peor (ya que es una gorila que está aprendiendo a hablar), y la hermana mayor (que dobla en edad al padre) aún no ha abierto el pico. La hermana, por cierto, es la mismísima Angela Lansbury, con la misma cara perpleja con la que salía en Se ha escrito un crimen. Ah, y lo que lleva Junior en la cabeza es un dragón de Komodo, que le va a impedir llevar a Grace al baile de graduación, a menos que papá haga algo...
Semejante conjunto de absurdos sólo podía salir de la mente privilegiada de Carlos Areces, cuyas últimas idas de olla estrenó en TVE2 el miércoles pasado en Muchachada Nuí.
No he sido uno de esos fans-freaks de La Hora Chanante ni mucho menos. De hecho no conocí el programa hasta hace un año o así, cuando la insistencia de un par de compañeros de curro me hizo buscar en el Tubo algún vídeo del Gañán (rebautizado ahora como Marcial Ruiz Escribano, pa serviros) o algún Testimonio.
De entrada, la primera entrega de Muchachada Nuí me pareció un pelín floja: algún punto gracioso y una sonrisilla más o menos constante. Sin embargo, lo curioso del humor de Joaquín Reyes y su equipo es que es un humor en diferido: cuanto más tiempo pasa desde que viste el programa, más graciosos te parecen los gags que recuerdas. Es más, viendo los sketches por segunda vez son aún más divertidos, no sé si por que pillas algún detalle que se te había escapado, o por que no te cansas de oír varias veces la misma chorrada. Y, por supuesto, lo mejor es comentar y repetir hasta la saciedad las gracietas con los freakolegas.
¿Cómo? ¿Que aún no has visto los vídeos dos veces? Pues ¿a qué esperas?

11 junio 2007

Ejercicio teórico

Después de deleitarme ayer con el capítulo 20 de Héroes, en particular con el clímax del episodio:
Ups, no, me refería a este otro clímax:
(Aunque que me aspen si yo no he visto esta escena hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana:)Bueno, a lo que iba, que me disperso... decía que después de deleitarme con el último episodio emitido en España, y pese a estar mordiéndome las uñas pensando en que aún me quedan tres semanas de sufrimiento esperando a que lleguen los últimos capítulos (sí, ya sé que los podría ver en inglés, pero ya me he acostumbrado al doblaje), le he estado dando vueltas a una compleja cuestión teórica. Si alguien sigue la serie por Telemadrid, puede estar tranquilo, que no voy a soltar ningún spoiler; como decía, la cuestión es meramente especulativa, y ni entre los seis freaks que nos hemos juntado en el desayuno hemos sido capaces de llegar a una conclusión. Ahí va:

¿Qué pasaría si juntamos en una misma habitación a Peter Petrelli
y al haitiano?Es decir... ¿Qué sucede primero? ¿Inhibe el haitiano los poderes de Petrelli, dejándole como a un humano convencional, o absorbe antes Petrelli la capacidad de inhibir los poderes de los demás mutantes (incluido el propio poder del Haitiano)?
En resumidas cuentas, se trata de saber cuál de los dos poderes (absorción/inhibición) tiene un rango de acción mayor o cuál actúa más rápido. La pregunta es tan rayante que me estoy planteando escribirle directamente a Tim Kring y que me la solucione. O buscarme un foro de gafapastas que ya le hayan estado dando vueltas... ¿o es que sólo se me ha ocurrido a mí?
Anda, echadme un voto...


26 julio 2006

Fin de temporada


Finalmente, me iré de vacaciones con los deberes hechos: ayer TVE-1 nos deleitó con los dos últimos episodios de la segunda temporada de Mujeres desesperadas; realmente un único episodio dividido en dos partes, repleto de flashbacks con personajes que, por razones obvias, ya no salían, y finalizando la temporada de una forma, como mínimo, desasosegante.
Lo cierto es que me enganché a esta serie en la primera temporada, cuando la emitieron el año pasado. Me pareció muy ent
retenida, al mezclar situaciones de una comedia familiar con un complejo thriller bastante rebuscado. La segunda temporada, sin embargo, ha tenido menos de acción y le ha faltado precisamente el hilo conductor que te hacía esperar el episodio siguiente. A cambio, los personajes se han vuelto más maduros y complejos, dándole más protagonismo a quien más lo merecía (definitivamente, Lynette Scavo y Bree Van de Kamp).
En resumen, una serie muy recomendable; claro, que ahora que ya han emitido en T
VE y la Fox, quien quiera verla, que tire de MulaVisión.

Otra serie que terminé de ver el otro día fue Alias... bueno, realmente he terminado de ver las cuatro primeras termporadas (la quinta y última aún no ha llegado a España).
A ésta me enganché cuando empezaron a ponerla en Cuatro, por recomendación de Blax y otros compañeros, y me aficioné en seguida, pese a las pocas simpatías que le tengo a la CIA en general y a sus agentes en particular (sólo de pensar que cosas muy parecidas a las que se cuentan en la serie pueden pasar en la realidad, se me ponen los pelos de punta).
En fin, estuve siguiendo la serie en la tele du
rante la primera temporada, pero pronto me puse impaciente y empecé a tirar de la Mula para ver los episodios más deprisa... y acabé pidiéndoselos a mis compis, que los tenían en DVD.
La serie en sí es pura acción, con argumentos desde
un poco hasta muy complicados, y una línea argumental constante en torno a una serie de reliquias inventadas por un tal Rambaldi, un supuesto inventor-líder de secta del siglo XV (cuya relación con la CIA hace bastante agua).
Muchos de los episodios parecen hechos sobre la marcha, inventándose motivaciones inexistentes para sorprender al espectador, y resucitando personajes que habían muerto muchos episodios antes. Pese a todo, la trama engancha bastante y he estado viéndome hasta 4 ó 6 episodios semanales.
De las cuatro temporadas, creo que las mejores son la 2ª y la 3ª (al menos, la segunda mitad de la 3ª), más curradas que la 1ª, pero menos apresuradas que la 4ª. De la quinta ya he oído malas críticas, así que ya veremos. De momento, el final de la 4ª mosquea y sorprende al mismo tiempo (aunque espero que no sea un bluff como ocurrió al final de la 3ª).
Por cierto, que pese a lo buena que está Sidney Bristow, la aparición en escena de Nadia Santos, ha sido de lo mejorcito que le ha pasado a la serie. Viva Argentina!

Y el punto freak: parece que tenemos fans de Alias hasta en el Ayuntamiento de Madrid. Esta foto la tomé el otro día en el Rally de la M-30, pasado el Puente de Vallecas en dirección norte:
¡¡Es el puto símbolo de la secta de Rambaldi!!! Seguro que todas las obras son sólo para que Gallardón encuentre algún artefacto chungo con el que lavarnos el cerebro a todos los madrileños (ah, no, que para eso ya tenemos TeleMadrid)...

12 marzo 2006

Colisiones

Nada como ir al cine para sacar alguna idea con la que rellenar unas líneas después de unos días de secano. Sobre todo si, como es mi caso, llevabas 2 ó 3 meses sin ir al cine.
Ayer fui a ver
Crash, no tanto por haber ganado el Óscar, sino porque me habían hablado muy bien de ella. La verdad, no he visto Brokeback Mountain (el torrent* proveerá), pero en mi opinión, Crash se ha merecido el Óscar sobradamente. Creo que el director ha sido lo bastante inteligente como para hacer una película tremendamente efectista, con gran impacto emocional. Tanto los diálogos como las situaciones (en particular, la escena de la hija del cerrajero, que se le saltan a uno las lágrimas) están dirigidos expresamente a provocarte sensaciones que van desde la indignación hasta el sobrecogimiento. Es difícil verla y permanecer impasible.
Por otra parte, me ha dado mucho que pensar... supongo que la película es una caricatura grotesca y exagerada de lo que ocurre en una ciudad como Los Ángeles, pero seguro que se basa en un poso de realidad: tal vez las cosas no sean exactamente así, pero sí muy parecidas. Y si esto ocurre en una ciudad tremendamente cosmopolita, que lleva decenas de años recibiendo inmigrantes... ¿qué podemos esperar en España según vayan pasando los años? ¿Seremos caaces de integrarnos sin que exista una especie de lucha racial entre nosotros?
Porque, quitando algunas manifestaciones de grupos extremistas, creo que estamos todos de acuerdo en que tenemos que asimilar la inmigración de un modo racional, ofreciendo una igualdad de oportunidades real, cosa que hoy por hoy no existe. Pero, ¿seremos capaces de hacerlo? Es más, ¿estamos dispuestos a hacerlo? Y no me refiero sólo a los españoles de nacimiento, sino también a los propios inmigrantes y a sus hijos: ¿están dispuestos a tener la valentía de asimilar nuestra cultura e integrarse en ella sin fundar guetos? Quiero creer que sí, pero a veces no lo tengo tan claro.


* Hablando del torrent, me he enterado de que el día 15 comienza la segunda temporada de Mujeres Desesperadas en la Fox. Y en mi casa no se ve :-)