30 diciembre 2008

Nueva colección de mierdas

Tal vez loa antiguos del lugar recuerden aquel post épico de hace un par de años, en el que relataba la chanante colección de mierdas varias que nos habían regalado nuestros queridos y nunca suficientemente correspondidos vecinos Los-Chinos-Del-Cuarto con motivo de las fiestas navideñas. El año pasado, por no repetirme, os ahorré las fotos de los regalos correspondientes, pero os puedo asegurar que el percal era similar.
Este año, para no ser menos, ha vuelto a haber regalo, y esta vez sí que tengo que con
tarlo. En esta ocasión, la China-reina, la única que permanece con los años, mientras los chinos-obreros (y chinas-obreras, perdone Ministra) cambian constantemente, se plantó ayer a la puerta de casa con una bolsa sospechosa que me endosó con el tradicional:

- Felis año nevo
Que completó con un escalofriante
- Eto pala lo niño
Y, como es habitual, antes de poder terminar mi agradecimiento, se esfumó escalera abajo.
Pues bien, he aquí la bolsa famosa:
Que, una vez abierta, contenía gran cantidad de movidas:Las cuales me he atrevido a clasificar:

1. Lo aprovechable
a) Botella de RiojaAl menos esta vez no nos han colocado uno de los intragables licores de arroz o canela con los que nos deleitaron los últimos años. Dudo mucho que sea un Rioja ni medio decente, pero bueno, se podrá probar.

b) Bombones
Por un lado una de esas cajas de bombones con forma de animales marinos (aunque la marca DIA aporta más de una duda sobre el origen presuntamente belga), y por otro, una caja de bombones de licor de cuyo nombre no quiero acordarme. Las fechas de caducidad, OK.

2. Lo aparentemente útil pero que no deja de ser otra bosta
a) Calendario de 2009Ni el más cutre de los restaurantes chinos que conozco colgaría esta horterada de sus paredes. Aparte de los ñoños y fotochopeados paisajes y la profusión de textos en mandarín que vaya usted a saber qué dicen, resulta que el calendario está patrocinado por la "Iglesia Evangélica China Española" y la "Misión Evangélica China Española" (buscad, buscad en Google). Pues ya tenemos la sorpresa del año: ahora resulta que mis chinos son cristianos, lo que hay que ver.

b) Monedero infantil extra-repipi
Bordado con una especie de Doraemon bicéfalo y con un osito de plástico rosa imitando cristal tallado al que le falta una oreja. Parece insuperable, pero no.

c) Peluche 1
Un perrillo de inofensivo. Podría haber sido más dañino, ya que lleva dentro un mecanismo musical que, gracias a Cthulhu, no funciona. Lleva ventosa, detalle importante.

d) Peluche 2
Este otro perro ya sí que es directamente sórdido: verde, con sombrero, con corbata, y con una melodía de esas que has oído en alguna parte y no sabes dónde pero, oh, ya no te puedes sacar de la cabeza, interpretada por un primate inferior con un sintetizador digital. Ni me he atrevido a sacarlo de la bolsa.

e) Lote de alegres calcetines
Calcetines de niño, multicolores y con muñequitos vagamente orientales, calcetines monotalla más asépticos pero igualmente vergonzantes y un par de leotardos de rayas estridentes de 152 y 164 cm respectivamente. Mi hija mayor apenas si supera el metro de altura, así que poco uso les podría dar. Me cuesta además pensar en qué clase de niña de 1'52 de alto (¡o 1'64!) se atrevería a aparecer en público con semejante esperpento. Alguna mamarracha.

3. Lo directamente chanante infumable horrendo inaudito freak inclasificable
Llegamos al plato fuerte, no os lo perdáis:
a) Pez articulado
Extravagante ejemplar de Carassius auratus, tallado en madera y con ingenioso mecanismo de articulación, gracias al cual el pez parece haber sido cocinado a la parrilla. Además de feo, es desagradable al tacto, farragoso de manejar y un arma en potencia en manos de una niña de año y medio.
Lo que me asusta es pensar que este podría ser el equivalente oriental a nuestro toro y nuestra flamenca.

b) La caja sorpresa
Oh, y finalmente una caja alargada cuyo contenido podría ser alguna bella muestra de artesanía del Lejano Oriente, una réplica de una espada corta de un miliciano Fu-ping, un paipai con un bonito diseño de ki-rin.... ¡pues no! Dentro de la caja y, contra todo pronóstico, lo que había dentro era:¡Otro espantoso animal articulado a juego con el pez de antes! O_o

Y así acaba esta nueva exhibición de regalos de pésimo gusto. El año que viene, no me cabe duda, más.
¡Felis año nevo!