30 abril 2008

Re: El color de la luz fantástica

Hace cosa de un mes me enteré (que recuerde, al menos aquí) de la disponibilidad de la miniserie televisiva Terry Pratchett's The Colour of Magic, dos episodios de hora y media que relatan, respectivamente, los dos primeros libros de la saga de Mundodisco: El color de la magia y La luz fantástica.
No es la primera adaptación cinematográfica que se hace de Mundodisco, pero por mi parte, es la única que he visto hasta ahora (principalmente porque aún no he leído Hogfather/Papá Puerco y querría hacerlo antes de ver la película).
La verdad es que no puedo decir que la serie no me haya gustado, aunque es cierto que no me ha entusiasmado ta
mpoco. Para empezar, la ambientación: vale, los escenarios están currados y las CGIs (o el abuso de ellas) producen en general un buen ambiente, peeeeeeeero... no sé, esa no es la Ankh-Morpork que yo me había imaginado y la Universidad Invisible se me antoja un poco cutre.
En cuanto a los personajes, en general me han decepcionado un poco:
Rincewind (Sir David Jason): ¿En serio hacía falta escoger a alguien tan viejuno? Bueno, vale, en la peli dicen que lleva 40 años en la Universidad, pero eso no es así en los libros. En cualquier caso, el tipo no lo hace mal: su incompetencia natural queda sobradamente de manifiesto, aunque claramente no es el tipo de persona capaz de correr decenas de kilómetros descalzo si la ocasión lo requiere (como en El país del fin del mundo).

Dosflores (Sean Astin): Obviamente, el director de cásting no ha leído Tiempos Interesantes, porque si no, sabría que el Imperio Ágata, de donde es originario Dosflores, es el equivalente a la China imperial del Mundodisco, y aquí el amigo Samsagaz, de chino tiene poco. Aún así, me ha gustado: es tan simplón y torpe como uno se esperaba.



El Patricio (Jeremy Irons): Muy correcto, sale poquito, pero da el pego de gobernante sin escrúpulos, despiadado y maquinador.





El 305º Archicanciller (Tim Curry): Definitivamente genial. Un tipo cruel, trepa, odioso y... ¡gordo! Coñe, que los magos de la Universidad Invisible (salvo Rincewind y el Tesorero) tienen que estar fanegas. En la película esto no se respeta a rajatabla, pero algo es algo.




El Bibliotecario: Aunque sale como humano protagonizado por un tal Nicholas Tennant, acaba obviamente transformado en orangután. La caracterización está lograda, pero le falta esa dosis de psicosis, genialidad y absoluto desprecio por el género humano que le caracterizan. Una pena.




Cohen el bárbaro (David Bradley): Brutal, como recién salido de los lápices de Paul Kidby. Con diferencia la mejor caracterización de todas. La interpretación, correcta y divertida.





La Muerte (voz de Christopher Lee): No me ha gustado el aspecto general (y eso que la han hecho bastante parecida a la ilustrada por Kidby), demasiado sórdida, nada elegante. Además, no mueve la boca al hablar. La voz es chula, aunque no sé yo si es UNA VOZ EN MAYÚSCULAS.




En cuanto a la historia, se puede decir que es bastante fiel a los libros. Obviamente se salta algunos pasajes y hay algunas situaciones añadidas, pero el efecto general es que se ha respetado razonablemente la trama original. ¿Divertida? Sí, bastante, aunque te ríes más con los libros: en la película no se han podido incluir los pies de página, por ejemplo.
Más cosas remarcables: el cameo del propio Pratchett como astrólogo de Krull, la aparición del Wyrmberg, el troll gigante que les ataca, la escena de la eclosión y, en general todas las apariciones de Gran A'Tuin. Echadle un ojo al vídeo y me contais.




Resumiendo: si eres un fan de Mundodisco, merece la pena echarle un ojo. Una búsqueda rápida en Google y aparecen los torrents y los subtítulos fácilmente, así que no hay excusa.

21 abril 2008

1 año (pero bisiesto, ¿eh?)

Como no iba a ser solo este blog el que cumpliera años, hoy hace 366 días que nació Sandra. Ya es mala suerte tener que vivir un día más para cumplir tu primer año, pero es lo que hay.
¿Qué puedo decir de estos 366 días? Pues, si obviamos que más de 200 de ellos no nos ha dejado dormir en condiciones, podríamos decir que ha sido un año estupendo. A partir de ahora comienza lo realmente divertido: empezar a caminar, parlotear sílabas aleatorias, pelearse con Paula por el control de los juguetes clave y, en general, convertirse en una personita. Apasionante. Ya lo estamos deseando.
¡¡Muchas felicidades, Sandra!!

03 abril 2008

DesLondres

Hace unos días me terminé de leer la última publicación de China Miéville, un librito de unas 500 páginas publicado hace cosa de un año en los países anglosajones (de hecho, me lo compré a ciegas en el aeropuerto de Heathrow hace unas semanas).
El libro, titulado Un Lun Dun, es una novela orientada a adolescentes o, más bien, prepúberes: aventuras para jóvenes intrépidos, con violencia limitada y deslavazada, y nada de sexo. Obviamente, no tiene nada que ver con la obscena complejidad de las novelas de Miéville ambientadas en Bas-Lag, aunque comparte el derroche de imaginación contra viento y marea a los que nos tiene acostumbrados.
Un Lun Dun narra la historia de dos chicas de doce años, que se ven trasladadas por arte de birlibirloque a otro mundo alternativo/paralelo a este, donde nada es lo que parece y de que no pueden salir. Allí deben completar una misión que salvará a este mundo (y tal vez al real) de un horrible destino. ¿Os suena? A mí, horrores: sin hacer demasiado esfuerzo, este mismo argumento lo he leído en Alicia en el País de las Maravillas, El Mago de Oz, Las Crónicas de Narnia, La Historia Interminable y seguramente en varios más.
Para acabar con la colección de tópicos, hay, cómo no, una profecía de por medio, y una de las chicas es "La Elegida". Aunque en beneficio de Miéville diré, que el malabarismo que hace para justificar pasarse la profecía por el forro, en beneficio de "La DesElegida", me pareció curioso.
Pero como decía, lo más interesante de la novela es comprobar que Miéville sigue teniendo cuerda para rato y que creando mundos distópicos se queda solo. En esta ocasión, se trata de un mundo paralelo (¿antisimétrico?) al nuestro, en el que existe una "abciudad" por cada ciudad nuestra, comunicadas ambas por diversos caminos arcanos. Así, tenemos UnLondon (donde se ubica la novela), Parisn't, Lost Angeles, Baghdidn't, y otras que no recuerdo. La gracia son los juegos de palabras que indican que cada "abciudad" es una versión opuesta de la ciudad correspondiente. Pero esta misma gracia es la que, a mi juicio, va a hacer dificilísimo que este libro se traduzca alguna vez al castellano (o, ya puestos, a otras lenguas). Para UnLondon se me ocurre traducirlo por DesLondres (después de descartar ALondres e InLondres por confusos), pero el resto se me antojan un reto.
Y no queda ahí la cosa: el libro está plagado de decenas y decenas de juegos de palabras para desanimar a los traductores y, seguramente, a muchos lectores (no es que me las quiera dar de saber mucho inglés; sospecho que me habré perdido unos cuantos detalles).
Del resto, poco más. Un libro entretenido, muy curioso en ocasiones, pero claramente por debajo de las expectativas que me hice al leer el nombre del autor. No sé si será un gran libro para adolescentes (aunque sospecho que no le va a hacer sombra a Harry Potter), pero algunos queremos más Nueva Crobuzón.