Parece estar a la vuelta de la esquina la primera vez que publiqué una foto del cumpleaños de mi hija Paula. En aquel entonces solo había dos velas en su tarta, y ayer, casi tres años después, era su hermana pequeña Sandra, la que se ha visto en las mismas.
Me parece fascinante ver crecer a los niños. Cuando aún no te has recuperado de la falta de sueño, el ajetreo de los pañales, los biberones, las papillas y el maletero siempre hasta arriba, de pronto un día te das cuenta de que tu hija sabe caminar, otro que ya habla, otro que corre y salta por cualquier sitio, otro que es capaz de desenvolverse y relacionarse ella sola con su pequeño mundo. Así que no queda más que tratar de aprehender estos instantes para recordarlos más tarde, volviendo la vista atrás para tratar de comprender cómo hemos llegado hasta aquí.
Dicho esto, muchas felicidades, Sandra, y ánimo, que aún nos queda un largo camino que recorrer juntos.
22 abril 2009
Cumpliendo años (1)
Perpetrado por ÓsQar a las 8:06 a. m.
Etiquetas: La vida en los Campos Salacus
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3 comentarios:
¡Felicidades!
Sí que corre el tiempo que se las pela, sí... parece que fue hace catorce posts eso que cuentas...
Ah, no calla: es que fue hace catorce posts :P
Reconoce que, si este blog se actualizara con regularidad (no digo ya frecuencia), no os haría a unos pocos poner esa cara tan graciosa con la ceja levantada cuando vuestro lector de RSS os sorprenda con una entrada mía nueva. Es lo que tiene el hacerse de rogar :-P
Qué guapísimas son... ¿Te parece rápido? Yo parí hace dos meses según mi cuenta y mi hijo tiene casi doce años...
Siempre van a ir rapidísimo, tenemos que evolucionar a la misma marcha, no vaya a ser que nos veamos madurísimos...
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