Nuestro nunca suficientemente insultado alcalde ha parido una nueva, cristiana y liberal idea para salvaguardar la integridad humana y moral de la gente que no tiene más remedio que vender su cuerpo como pancarta publicitaria:
Se acabaron los hombres-anuncio en Madrid.
Esperemos, por tanto, que el primate sea consecuente con su ideaca y multe a estas personas en cuanto pongan un pie en la capital:
Como efecto colateral, me imagino que también multarán a todos los que lleven (¿llevemos?) por la calle alguna prenda en la que se lea "SPF", "Zara", "Levi's", "Nike", "Kukuxumusu" o cualquier otra marca comercial que atente contra nuestra dignidad como seres humanos. Entre esto y lo de las hipotecas sub-prime, el capitalismo lo tiene bien jodido. No sé para qué ha gastado tantos esfuerzos la izquierda radical, si al final lo único que había que hacer era sentarse y disfrutar con el espectáculo de la derecha disparándose en sus propios pies...
10 octubre 2008
Un empleo indigno
Perpetrado por ÓsQar a las 7:46 a. m.
Etiquetas: El Caucus, El Sol Grueso, Mi exilio en Armada
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1 comentarios:
Muy bueno, OsQar, no lo había pensado así. A fin de cuentas todos llevan publicidad por dinero, aunque las diferencias sean tan abismales. ¿O será por eso?
Saludos.
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