03 abril 2008

DesLondres

Hace unos días me terminé de leer la última publicación de China Miéville, un librito de unas 500 páginas publicado hace cosa de un año en los países anglosajones (de hecho, me lo compré a ciegas en el aeropuerto de Heathrow hace unas semanas).
El libro, titulado Un Lun Dun, es una novela orientada a adolescentes o, más bien, prepúberes: aventuras para jóvenes intrépidos, con violencia limitada y deslavazada, y nada de sexo. Obviamente, no tiene nada que ver con la obscena complejidad de las novelas de Miéville ambientadas en Bas-Lag, aunque comparte el derroche de imaginación contra viento y marea a los que nos tiene acostumbrados.
Un Lun Dun narra la historia de dos chicas de doce años, que se ven trasladadas por arte de birlibirloque a otro mundo alternativo/paralelo a este, donde nada es lo que parece y de que no pueden salir. Allí deben completar una misión que salvará a este mundo (y tal vez al real) de un horrible destino. ¿Os suena? A mí, horrores: sin hacer demasiado esfuerzo, este mismo argumento lo he leído en Alicia en el País de las Maravillas, El Mago de Oz, Las Crónicas de Narnia, La Historia Interminable y seguramente en varios más.
Para acabar con la colección de tópicos, hay, cómo no, una profecía de por medio, y una de las chicas es "La Elegida". Aunque en beneficio de Miéville diré, que el malabarismo que hace para justificar pasarse la profecía por el forro, en beneficio de "La DesElegida", me pareció curioso.
Pero como decía, lo más interesante de la novela es comprobar que Miéville sigue teniendo cuerda para rato y que creando mundos distópicos se queda solo. En esta ocasión, se trata de un mundo paralelo (¿antisimétrico?) al nuestro, en el que existe una "abciudad" por cada ciudad nuestra, comunicadas ambas por diversos caminos arcanos. Así, tenemos UnLondon (donde se ubica la novela), Parisn't, Lost Angeles, Baghdidn't, y otras que no recuerdo. La gracia son los juegos de palabras que indican que cada "abciudad" es una versión opuesta de la ciudad correspondiente. Pero esta misma gracia es la que, a mi juicio, va a hacer dificilísimo que este libro se traduzca alguna vez al castellano (o, ya puestos, a otras lenguas). Para UnLondon se me ocurre traducirlo por DesLondres (después de descartar ALondres e InLondres por confusos), pero el resto se me antojan un reto.
Y no queda ahí la cosa: el libro está plagado de decenas y decenas de juegos de palabras para desanimar a los traductores y, seguramente, a muchos lectores (no es que me las quiera dar de saber mucho inglés; sospecho que me habré perdido unos cuantos detalles).
Del resto, poco más. Un libro entretenido, muy curioso en ocasiones, pero claramente por debajo de las expectativas que me hice al leer el nombre del autor. No sé si será un gran libro para adolescentes (aunque sospecho que no le va a hacer sombra a Harry Potter), pero algunos queremos más Nueva Crobuzón.

1 comentarios:

Pipilota dijo...

Me ha gustado mucho la crítica. Eres genial para ello ¿sabes?

Está bien no me leeré el libro, principalmente por mi ignorancia idiomática porque el tema recurrente de los mundos alternos a mí me gusta mucho