21 diciembre 2007

Carta a los Reyes

Queridos Reyes Magos:

Como este año he sido muy bueno...ahmmm, digamos, razonablemente bueno o, incluso, suficientemente bueno... y dado que después de dos años los peseteros amables editores de Gigamesh se han dignado por fin a publicar el cuarto libro de Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, creo que me he merecido que alguien deje caer un ejemplar a los pies de mi árbol.
Ya sé que va a ser difícil hacerle hueco en mi abarrotada estantería, entre los demás volúmenes de la colección y los libros de China Miéville, pero seguro que encuentro algún librillo que pueda ser empaquetado y almacenado en el fondo de un armario.
Muchas gracias por adelantado y ojito con el coñac, no sea que acabéis en el talego por conducir borrachos el dromedario.

ÓsQar

15 diciembre 2007

Chtulhu-xmas

Madre mía, mira a qué alturas de diciembre estamos ya y yo sin publicar nada este mes. Ya sé que decir que he estado trabajando es una excusa que no llega ni a regular, y además ya la he usado, pero es lo que hay.
Afortunadamente se me ha ocurrido esta noche ver un telediario y la típica noticia de relleno me va a dar jugo para publicar un post. Decía la noticia que la Iglesia (se sobreentendía que la católica
, que en España seguimos a piñón fijo) está promocionando unos carteles con la efigie del niño Jesús para que la gente (digo yo que se referiría sólo a los de su secta) sustituyera los muñecos Papá Noel escaladores que adornan (?) miles de balcones. El motivo es que el Jesusito representa no sé qué de amor, solidaridad y otros valores a cascoporro, mientras que Papá Noel es egoísta y consumista. Ahí es nada: pobre San Nicolás, debe ser el santo más desprestigiado por sus propios seguidores. Cualquier día lo excanonizan.
No he sido capaz de encontrar esta noticia en Internet como tal: lo más parecido es una noticia de hace una semana del Diario de Navarra, que viene a decir lo mismo, pero de forma mucho más localista. La foto de la derecha es de ese mismo diario; lástima que sea en blanco y negro porque en color se aprecia el satén carmesí navideño y queda bastante más cool, dónde va a parar.
Lo cierto es que yo, religión aparte, no pondría en mi terraza un adefesio como ese ni atado. Ya puestos a poner la foto de un bebé, pondría la de mi hija pequeña, que es más mona.
Claro, que tampoco pondría un ridículo monigote vestido de Papá Noel acechando por mi ventana. Preferiría en todo caso un Jack Skellington(*).
Aunque sería mucho más geek bricolarse un Monstruo Volador del Espagueti con un par de bolas de corchopán y el mocho de una fregona. No obstante, y pese al tirón de orejas que me dio en su día SuperSantiEgo, yo sería mucho más partidario de hacerme un maniquí de algún otro Primigenio más navideño. ¿Y quién más parecido a Papá Noel que Nyarlathotep?
Bueno, y ya que hablamos de Primigenios navideños, es imprescindible enlazar este estupendo (aunque viejuno) villancico, con el que podréis aterrorizar amenizar a vuestra familia esta Nochebuena. La verdad, sé que lo vi hace poco en un blog de los que sigo, pero no consigo recordar en cuál, así que mis disculpas por no citarlo.







(*) Por cierto, no os perdáis el perfil del tipo que escribe un presunto blog de Jack Skellington... escribe en 85 blogs si no he contado mal. ¿Que hace, crear un nuevo blog por cada cosa que quiere decir? Aparte de la pinta sospechosamente parecida al spam que tienen los títulos de los blogs. Qué cosas tan raras hace la gente para sacarle unos dólares al AdSense.


Desde R'lyeh, felices vacaciones, ia ftangh!

27 noviembre 2007

20 añitos

Bueno, ¿qué pasa? Cada uno usa el sistema numérico que prefiere.
Gracias por el tirón de orejas, pueden pasar a por su ración de tarta en los comentarios.

11 noviembre 2007

El otro Kim Philby

Kim Philby (1912-1988), miembro de la inteligencia británica, pasó a la historia como uno de los mayores traidores a su país, tras salir a la luz sus actividades como agente doble al servicio de la Unión Soviética, y conocerse la magnitud de la información con la que se habían hecho los comunistas gracias a él.
La vida de Philby, sobre la que se han escrito decenas de libros (entre ellos, sus propias memorias y las de su penúltima esposa), está salpicada de puntos turbios o, directamente, opacos. Uno de ellos sucedió en diciembre de 1937, durante sus actividades en la Guerra Civil Española: un obús impactó sobre el coche en el que viajaba con otras tres personas, las cuales fallecieron en el acto, mientras que él apenas sufrió unos rasguños. Irónicamente, Franco le concedió una medalla al mérito por este motivo, dado que Philby actuaba bajo una tapadera profascista. Además, los testigos del ataque aseguran que Philby llevaba en aquellos momentos una indumentaria chocante, como una prenda ajada de mujer; sin embargo, el mismo Philby menciona en sus memorias que llevaba puesta una chaqueta de piel de zorro que un príncipe árabe le había regalado a su padre, Harry St. John Philby, un famoso arabista, precursor del mismísimo T.E. Lawrence.
A partir de la milagrosa supervivencia de Philby al atentado del 37, producido casualmente el día de su cumpleaños, Tim Powers urde una elaborada trama en la que espionaje, mitología y esoterismo se funden en una sorprendente historia desarrollada a lo largo de las más de 500 páginas de Declara, galardonada con los premios World Fantasy Award e International Horror Guild Award en 2001.
La novela narra la implicación de Andrew Hale, agente de la ultrasecreta agencia británica SOE, en los entresijos de la Operación Declara. Tres son los escenarios en los que se desarrollan los hechos: el París ocupado por los nazis en 1941, donde Hale vive su primera tapadera como presunto agente ruso; la frontera turco-soviética poco después de la Guerra, en 1948, momento en que el final previsto de la Operación se transforma en desastre; y varios lugares de Oriente Medio, en 1963, cuando finalmente Hale es capaz de culminar con éxito la misión para la que, literalmente, estaba predestinado.
Powers demuestra un control absoluto de los tiempos a través de vertiginosos, pero perfectamente sincronizados saltos entre los escenarios de la historia. Aunque el ritmo pueda ser a veces excesivamente lento por la profusión de detalles históricos, el resultado es una historia arrolladora y absorbente, profundamente desasosegante en ocasiones (lovecraftiana me atrevería a decir), y deliciosamente impactante en su conjunto.
No nos equivoquemos: Declara no es uno de esos bodrios superventas de los que pergeñan Dan Brown u otros de su calaña, ya que nunca pretende reescribir la Historia a la luz de la Gran Conspiración Ocultista, sino que se muestra como lo que es, una novela de pura ficción (¿fantasía histórica?) que no trata de convencer al lector de nada.
En este contexto, Powers introduce en el libro una importante carga mitológica obtenida en su mayor parte de la propia mitología islamo-judeo-cristiana: yinnis, el Arca de Noé, el monte Ararat, Salomón/Suleyman, etc. El cómo se entremezcla esta mitología con las peripecias de Hale o la biografía de Philby, es algo que hay que descubrir a lo largo de la novela.
Impresiona también el altísimo nivel al que ha llegado Powers al documentarse para escribir Declara. En la novela se describen con detalle varias áreas de Berlín, París, Madrid, Beirut, Londres, Moscú, Kuwait... todas ellas en el contexto histórico correspondiente (de hecho, aquí he descubierto que el Paseo de la Castellana se llamó Gran Avenida de la Libertad durante los años 30). Sin embargo, hay un par de detalles que me han chirriado un poco: el primero es el personaje femenino por el que Hale y Philby acaban disputando. Se trata de una española, reclutada por el KGB a los 12 años(!) y que se acaba pasando a las filas del SDECE francés tras ser duramente interrogada en la Lubianka. Lo que me choca de ella es su poco común nombre (Elena Teresa) y su aún más improbable apellido (Ceniza-Bendiga)... baste decir que en el INE no consta nadie apellidado así. El otro nombre del que tengo queja es el de un supuesto "ángel guardián de la Unión Soviética", nombrado a lo largo del libro como Machija Nash ("Nuestra Madrastra"). El error estriba en que Machija es una palabra femenina en ruso, por lo que el adjetivo debe concordar con ella: Machija Nasha (o, aún mejor, Nasha Máchija, para conservar la sintaxis y la fonética).
En cuanto a la traducción de Albert Solé para Gigamesh, con gran experiencia en el mundillo de la Ciencia-Ficción y la Fantasía, tengo que decir que me resulta lo bastante coherente para no desear haber leído el original, aunque hay algún detalle menor susceptible de mejora, como el hecho de llamar djinns a los genios de la novela, en lugar de adaptar la grafía a la fonética española usando en su lugar yinn.
En resumen, Declara es una magnífica novela capaz de enganchar tanto a los aficionados del espionaje como a los fanáticos del horror-ficción. Tremendamente documentada, arrastra al lector en una monumental trama que doblega a los personajes hasta fundirlos con los hechos históricos reales. Una magnífica elección para leer en casita, con la música baja y a media luz. Animaos.

07 noviembre 2007

Google y la Historia

Y yo que pensaba que Google se iba a atrever a poner hoy esta imagen:

Debe ser que ya tienen bastante con la censura en China, como para aguantar también censura de los Estates...

26 octubre 2007

La mejor propuesta del año

Y poco más hay que decir...

18 octubre 2007

Cosas que no voy a hacer

внимание, меме!
El incombustible Flashman, azote de políticos indecentes y sorprendente réplica en un universo paralelo, me ha invitado en su blog a participar en un meme de esos que tanto odio. Como de todas formas este blog se ha convertido en una gran montaña de eclecticismo, no me sirve de excusa el decir que este asunto no encaja con la temática del blog. Así pues, palante:
Se trata en esta ocasión de dar consejos de buen blogger, lo cual ya da pistas de la gran miopía de Flashman al escogerme a mí para tal tarea. A la vista del éxito de este blog, creo que los mejores consejos que puedo dar a un blogger novato se resumen en uno: no hagas un blog como el mío. Pero bueno, por extenderme dire:

1. Sé constante:
Un clásico entre los manuales. Escribe con frecuencia; no hace falta que sea mucha, pero sí que el ritmo sea constante. Aunque tiene la otra vertiente: cada vez hay más gente que lee blogs a través de lectores (Google Reader, Alesti, Bloglines...) por lo que una vez se suscriban a tu feed RSS, ya da igual que escribas mucho o poco, porque cada vez que lo hagas, ellos lo verán. De hecho, yo cada vez leo menos los blogs que me apabullan con varios post diarios. 2-3 veces por semana me parece una frecuencia perfecta.
2. Sé coherente:
Lo más inteligente: busca un hueco en el que te sientas cómodamente experto y habla sobre eso. Tal vez no importe mucho que alguna vez esporádica hables de algún otro tema, incluso personal (esa es otra, ¿de verdad crees que a alguien le interesa de qué color llevas los calzoncillos o el tanga?), pero la gente normalmente entra a leer sobre un tema concreto. Increíblemente, a algunos les funciona exactamente lo contrario.
Además, tu postura respecto al tema elegido debe ser sólida y no dar la impresión de falta de criterio. Los lectores buscan en ti un líder, un formador de opiniones, un gurú.
3. Sé comedido:
Sobre todo, hay que ser sensato y no radicalizarse demasiado. La asertividad es buena sin caer en el sectarismo, el corporativismo o el desprecio. Ridiculizar a tus posibles lectores y/o comentaristas no parece una buena idea. Compaginar este plano con el punto anterior no siempre es sencillo.
4. Sé creativo:
La realidad es que los posts que más triunfan, los que acaban subidos a algún agregador tipo Menéame, son aquellos originales, los que no ha escrito nadie, los que demuestran tu capacidad de análisis, tu habilidad investigadora, tu sentido del humor, tu arte con el Photoshop, o lo que sea que sepas hacer.

En definitiva, demasiadas razones que hacen que este blog lo lea cada vez menos gente y que me complican bastante la vida a la hora de decidir a quién le paso el marrón. Para empezar, escojo a los dos habituales de este lugar y otros foros: Pipilota y David, que además son aficionados a memear. Escojo también a Suso, que últimamente se deja caer por aquí y así de paso tiene excusa para escribir algo, que tiene el blog abandonadito. Para terminar, se lo paso a SuperSantiEgo, que aunque siempre reniega de los memes, acaba accediendo y explayándose. Eso, en el supuesto de que lea esto, que ya es mucho suponer.
Pues nada, ya tenéis tarea para el fin de semana, sed buenos.

16 octubre 2007

Una estupidez y una obscenidad

Zapatero, una estupidez:
Aunque realmente el anuncio es del Ministerio de Medio Ambiente, ya sabemos gracias a la prensa montaraz que todas las culpas de lo que hace el Gobierno son de Zapatero. Así que la siguiente estupidez se la asigno directamente:
El Gobierno se va a gastar 580.000€ en comprar 30.000 ejemplares del documental de Al Gore, "Una verdad incómoda".
Y digo que es una estupidez por varios motivos:
El más evidente bien puede ser el gasto. Hombre, entiendo que un ministro no va a andar haciendo recomendaciones de usar el eMule o el Torrent a los chavales para bajarse la película, sobre todo teniendo en cuenta el inefable poder del lobby ramonciniano sobre el Ejecutivo; pero creo que hay maneras más eficientes de promocionar un producto cultural, por ejemplo, las bibliotecas. Además, si les cobran más de 19€ por cada DVD (no creo que sean cintas como dice el 20 minutos) comprando 30.000 unidades, es que han negociado pero que muy mal.
Otro motivo es el aspecto de adoctrinamiento forzoso con el que se presenta el asunto. Todavía están las aguas muy revueltas con la asignatura de Educación para la ciudadanía, sobre la que el Gobierno tiene que dar explicaciones día sí y día también, por lo que presentar este plan ahora es simplemente una torpeza.
Pero lo más estúpido es la elección del momento para hacer el anuncio. Es cierto que Al Gore no podía estar más de actualidad que ahora, con el premio Nobel de la Paz ya adjudicado y un Príncipe de Asturias en el bolsillo. Pero también es cierto que los tribunales británicos acaban de dar un duro golpe a un plan de promoción del documental en Reino Unido, muy parecido al que planea ahora el Gobierno español. ¿Qué pretende entonces Zapatero? ¿Darle más combustible al fuego que cada día aviva alegremente la muchachada del PP?
Digo yo que para enseñar conciencia ambiental a los chavales de instituto se pueden hacer muchas más cosas que proyectarles un documental que es, como mínimo, exagerado en sus planteamientos y conclusiones, cuando no sesgado a todas luces.
Actualización: vía Las penas del agente Smith, he leído este artículo con gran interés. Si bien viene a decir que la sentencia del juez no echa por tierra los argumentos del Sr. Gore, ni mucho menos, sí que lo considera inadecuado para su exhibición ante los colegiales británicos si no se incluye un disclaimer que indique que su visión no es compartida de forma generalizada (pues ni siquiera coincide al 100% con los resultados del IPCC). Así pues, por extensión, me imagino que si el plan del Gobierno de emitirlo en los colegios españoles sigue adelante, habrá vocerío de los de siempre (terminología de RinzeWind).

Aznar, una obscenidad:
Mientras, en el otro lado de la Galaxia, el expresidente del Gobierno y actual asalariado del magnate Murdoch, sigue firme en su vomitivo nuevo cargo de propalador de falacias y voceador de rencores. Ayer, durante una conferencia de FAES (y de las Jons, que diría Manolo Saco), volvió a abundar en la idea de la interacción PSOE-ETA, esta vez llevándola hasta los tiempos del aznarato, y apuntando veladamente a un pacto entre ambos del que se habría beneficiado el PSOE para ganar las elecciones.
La miseria de Aznar ya era bastante evidente antes de finalizar su mandato, pero se ha multiplicado exponencialmente desde que se ha retirado oficialmente (que no de facto) de la primera línea política. Está más que claro que cuando la noche del 14 de marzo de 2004 el PP dio por legítima la victoria electoral del PSOE, lo hizo con la boca pequeña, porque la inmensa mayoría de las declaraciones de sus dirigentes desde entonces apuntan en sentido contrario. Aznar no iba a ser menos y dispara a matar desde todos los micrófonos que le ponen a su alcance.
Además, entronca tangencialmente con la delirante teoría de los Pezones Negros de la imaginaria relación entre PSOE y ETA para cometer los atentados del 11M con el objetivo de echar al PP del Gobierno. Si hoy, a la espera de que el juez publique en breve la sentencia del juicio, sólo cuatro fanáticos siguen creyendo la tortuosa, falaz e insultante teoría, se ve que Aznar está bien dispuesto a subirse al carro de estos desquiciados.

12 octubre 2007

¿Orgulloso de ser español?

Por una vez voy a hacer un poco de caso al mesiánico líder del PP que ayer nos pidió a los españoles que mostráramos públicamente la bandera, en un discursito que recordaba a otras épocas, y con una escenografía que aparentemente colmaban las frustradas esperanzas de Mariano de convertirse en un estadista.
Pues bien, ahí va mi bandera:

Y ahora en serio... disto mucho de ser un patriota, ni en el sentido estricto dictado por la ideología aznarista, ni en el sentido más amplio al que se ha acogido la socialdemocracia en general. Con todo, sí encuentro motivos para sentirme orgulloso de ser español, por ejemplo:

  • Por ser un país pionero en el reconocimiento de derechos a minorías.
  • Por ser lo suficientemente tolerante como para haber echado abajo importantes tabús sociales, sexuales y religiosos.
  • Por formar parte de una entidad transnacional que potencia el desarrollo de los ciudadanos prescindiendo de fronteras.
  • Por participar activamente en acciones de las Naciones Unidas orientadas (al menos en teoría) a fomentar el respeto por los derechos humanos.
  • Por la increíble fortaleza que hemos demostrado los españoles soportando totalitarismos (antes fascista, ahora terrorista), gracias a nuestra capacidad de perdonar y nuestros deseos de paz.
Pero también hay motivos de sobra para aborrecer un poco este país o, al menos, por tener ganas de que cambie:
  • Por haber destruido buena parte de su patrimonio natural en aras de una economía insostenible basada en industria irrespetuosa con el medio ambiente, construcción y especulación desmedidas, y turismo descontrolado.
  • Por mantener privilegios anticonstitucionales para con una entidad religiosa, cada vez más cercana al integrismo, controlada por unos dirigentes ansiosos de hacer política, y dependiente en último término del Jefe de Estado de un país extranjero no democrático.
  • Por haber participado en la destrucción de un país de Oriente Medio, colaborando en que ahora las redes terroristas panislámicas hagan agonizar diariamente a su población; todo ello con la excusa de librarles de un dictador que amenazaba al mundo entero con unas armas que nunca existieron.
  • Por ceder la Jefatura del Estado a los miembros de una familia vetando la posibilidad de que los ciudadanos opinemos, dotándoles además de una protección legal privilegiada e injusta, y de un presupuesto desmesurado, opaco e inaccesible.
  • Por el incesante goteo de familias destrozadas por la violencia machista y por los accidentes de tráfico. Aún queda mucho por hacer educando ciudadanos.
Entonces, en conclusión, ¿estoy o no orgulloso de ser español? Pues básicamente, depende del pie con el que me levante; aunque he de reconocer que cuando viajo por Europa y hablo con extranjeros, me encanta hablar de España (tanto bien como mal). Tal vez sea un síntoma.

02 octubre 2007

¡Vamos que nos vamos!

Esto se está poniendo bien calentito, señores:

Habrá que reservarlo mañana en el kiosko antes de que la Fiscalía se ponga manos a la obra.

26 septiembre 2007

Primera impresión

Esta mañana, a eso de las 7:15(*) me he comprado el primer número de Público, probablemente fuera también el primero que vendiera el kiosquero. Después de un rápido vistazo por la mañana y uno más profundo por la tarde, puedo comentar la primera impresión que me ha dado.

Lo que me ha gustado:
El aspecto fresco, desenfadado, como aunando desparpajo y seriedad, rigor y complicidad, juventud y experiencia.
La organización de la información, con un gran titular, o dos a lo sumo, por página, rodeado de una areola de micronoticias.
Las secciones, bien organizadas y separadas. Es prometedor comprobar que las secciones de ciencia y de tecnología parecen llevadas por gente que sabe de lo que está hablando o, al menos, sabe como confirmarlo. Habrá que esperar, en cualquier caso, al dictamen general de Malaprensa.
Las expectativas, suficientemente cumplidas, pero tendremos que seguir con detalle la evolución política y la coherencia de la línea editorial.
No hay horóscopos, ni anuncios de tarot o de chamanes. Si en Semana Santa no publican información sobre las procesiones, ya sería la hostia.

Lo que no me ha gustado:
La foto negra de la portada. Mancha los dedos.
El tamaño, demasiado aparatoso, aunque debido sin duda al "extra bienvenida" de 64 páginas que ha duplicado el volumen de este primer número.
El DVD de regalo. En general estoy hasta el gorro de los coleccionables no pedidos de los periódicos. No sé por qué me habría pensado que Público iba a ser la excepción, habida cuenta de que la cuenta de resultados es la cuenta de resultados y si hay que usar métodos demostradamente eficaces para fidelizar lectores, no creo que a los mercadotécnicos les vaya a temblar el pulso.
La maquetación... demasiado parecida a la del gratuito ADN, como bien me ha corroborado algún compañero.
Y, ¿qué sería de un gran estreno sin una gran cagada? En las páginas de televisión han puesto la programación de ayer martes en lugar de la de hoy. Un fallo tonto que desluce un poco, no tanto por lo grave sino por lo fácilmente evitable.

En resumen: me ha gustado. Lo volveré a comprar mañana y... ya veremos.

* Sí, a estas horas ya estoy camino del curro :-(

25 septiembre 2007

Ahí van mis 50 céntimos

Nacho Escolar:

El subdirector es Jesús Maraña, que antes ha sido, entre otras muchas cosas, director de Tiempo y director de Interviú. La jefa de información es Salomé García, que era la subdelegada en Madrid de El Periódico de Catalunya. La jefa de redacción es María Luisa Roselló, que era la directora del gratuito Metro. El director de Arte es Fernando Carballo, que ha trabajado para el estudio de Toni Cases en rediseños como el del diario Milenio en México, Il Corriere en Italia o en el lanzamiento de ADN en España.
Por áreas, el responsable de Política es Manolo Rico, que viene también de Tiempo donde era subdirector. En Mundo está Iñigo Sáenz de Ugarte, autor de www.guerraeterna.com, director de Informativostelecinco.com, enviado especial de Telecinco en varias guerras y ex corresponsal en Israel de la Cadena SER. En la sección de Dinero, las páginas sobre economía y consumo, la responsable es Amparo Estrada, que ha sido jefa en Cinco Días y en Expansión y es quien más sabe de impuestos en España después de Pedro Solbes, pues también ha trabajado en comunicación para la Agencia Tributaria. La redactora jefa de Ciencias es Patricia Fernández de Lis, que viene de El País, donde hacía la información sobre tecnología. En Culturas, el redactor jefe es José Manuel Costa, que fue el primer crítico musical de El País, director de Radio El País, subdirector de la mítica revista La Luna, corresponsal en Berlín y en Londres de ABC. En Deportes, el redactor jefe es José Miguélez, que fue jefe de sección de Deportes de El País, después redactor jefe de Marca y ahora estaba en la COPE como subdirector de Deportes, con Abellán. Los responsables de Internet son Nacho Rojo, que viene de 20minutos.es, y Darío Pescador, que junto con Rojo fue también uno de los fundadores de Baquia.com. En Fotografía el redactor jefe es Jon Barandica, uno de los mejores fotoperiodistas de Madrid que, hasta ahora, trabajaba en El Periódico. Y en Participación está Rafael Reig, el mejor escritor de su generación.
El delegado en Cataluña, el responsable de esa edición, es David Miró, que era columnista en El Periódico y trabajaba en Com Radio. El delegado en Andalucía es Antonio Avendaño que, antes de trabajar en la Junta, fue subdirector de El Correo de Andalucía y redactor jefe del diario Jaén, además de brillante columnista. La jefa de la información local de Madrid es Beatriz Lucas, que viene de ADN.
También tenemos a dos de los mejores cronistas políticos de Madrid: Fernando Garea, que viene de El Mundo, y Gonzalo López Alba, al que hemos fichado hace apenas unas horas desde ABC.
Al director creo que ya le conocéis de sobra y el director general es Juan Pedro Valentín, que era el director de informativos de Telecinco que se atrevió a hacer la cobertura del Prestige en la cadena de Berlusconi cuando Aznar gobernaba. Juan Pedro es un excelente periodista y es fantástico saber que, en el lado de la administración, hay alguien que entiende que un diario no es como una fábrica de salchichas.

Con semejante reparto, ¿cómo me voy a perder el debut de Público en los kioskos? Sobre todo teniendo en cuenta la publicidad gratuita que le está dando El País (que si ha notado que hay un espacio a su izquierda que puede ocupar otro diario, debería replantearse su línea editorial), o los patéticos ataques ad hominem que le lanzan desde la derecha sensacionalista.
Por mi parte, me da igual que el grupo Mediapro vaya a levantar el periódico a golpe de talonario, con tal de que los magníficos periodistas que han fichado se mantengan fieles a sus principios y nos obsequien con periodismo inteligente y con opiniones argumentadas. De momento, mañana me gastaré los 50 céntimos bien a gusto, y eso que hace años (¿desde el 12-M?) que no me compro un periódico entre semana.

21 septiembre 2007

Humor en diferido

Ya tengo un nuevo antihéroe al que venerar.Se trata de Junior Klamstein, el seguidista, desafecto y levemente oligofrénico hijo menor de la familia Klamstein, en la que el padre, Fredderick, habla como Rajoy, la madre, Amy, aún peor (ya que es una gorila que está aprendiendo a hablar), y la hermana mayor (que dobla en edad al padre) aún no ha abierto el pico. La hermana, por cierto, es la mismísima Angela Lansbury, con la misma cara perpleja con la que salía en Se ha escrito un crimen. Ah, y lo que lleva Junior en la cabeza es un dragón de Komodo, que le va a impedir llevar a Grace al baile de graduación, a menos que papá haga algo...
Semejante conjunto de absurdos sólo podía salir de la mente privilegiada de Carlos Areces, cuyas últimas idas de olla estrenó en TVE2 el miércoles pasado en Muchachada Nuí.
No he sido uno de esos fans-freaks de La Hora Chanante ni mucho menos. De hecho no conocí el programa hasta hace un año o así, cuando la insistencia de un par de compañeros de curro me hizo buscar en el Tubo algún vídeo del Gañán (rebautizado ahora como Marcial Ruiz Escribano, pa serviros) o algún Testimonio.
De entrada, la primera entrega de Muchachada Nuí me pareció un pelín floja: algún punto gracioso y una sonrisilla más o menos constante. Sin embargo, lo curioso del humor de Joaquín Reyes y su equipo es que es un humor en diferido: cuanto más tiempo pasa desde que viste el programa, más graciosos te parecen los gags que recuerdas. Es más, viendo los sketches por segunda vez son aún más divertidos, no sé si por que pillas algún detalle que se te había escapado, o por que no te cansas de oír varias veces la misma chorrada. Y, por supuesto, lo mejor es comentar y repetir hasta la saciedad las gracietas con los freakolegas.
¿Cómo? ¿Que aún no has visto los vídeos dos veces? Pues ¿a qué esperas?

18 septiembre 2007

De monarcas y fiscales

Hace mes y medio me perdí por culpa de las vacaciones y mi proverbial vaguería, la oportunidad de opinar aquí sobre la estúpida, desproporcionada y contraproducente decisión de la Fiscalía de secuestrar la edición de El Jueves por un dudoso delito de injurias a la Corona. Aunque ya voy tarde, quiero aprovechar ahora para no dejar pasar la nueva patochada de la Fiscalía. Si ya me costó encontrar indicios de delito en una caricatura en la que los príncipes salían follando, igualmente me cuesta entender por qué quemar una foto del Rey es una injuria contra éste.
Lo cierto es que la actuación de los superizquierdosos catalanes quemando la dichosa foto se puede tildar de pueril, absurda o insustancial, pero ¿injuriosa? No creo que su objetivo fuera tanto insultar como demostrar hartazgo o rechazo. ¿Es entonces injurioso pensar que la monarquía está de más en un país que se jacta de ser democrático? ¿Deberían juzgarnos a todos los que nos consideramos republicanos por posicionarnos? Pues si es así, vaya por delante mi injuria:

LA FAMILIA REAL SON UNA PANDA DE PARÁSITOS

De paso, que cuente como mi pequeña contribución al meme que ha lanzado Egócrata, que ha secundado Ricardo Royo-Villanova, y que ya se han lanzado a demonizar los Losantistas del Undécimo Día.

Volviendo a la Fiscalía, yo, como Javier Ortiz, no entiendo bien qué objeto han tenido estas dos actuaciones tan sonadas. ¿Habrá de verdad conspiración? Pues si es así, han entrado al trapo todos los medios e incluso todos los políticos. El más gracioso, está inspirado últimamente este hombre, ha sido Rajoy, que acusa directamente al Gobierno de haber radicalizado la política. Habló la vaca y dijo μ.

04 septiembre 2007

Una de coleccionables

Casualmente ayer me topé con un anuncio en la tele que me puso los pelos como escarpias. Para sobreponerme del susto, me he puesto manos a la obra con el Fotochop y, al menos, me he echado unas risas.

Ahora a ver si me lo publican en La Verdaz...

03 septiembre 2007

Latrocinio y estadística

No tenía intención de comenzar el nuevo curso blogueril con un post amargo e irritado, pero una vez más la realidad ha pasado por encima de mis planes. Así que ahí va:

I. Latrocinio
El sábado por la mañana, mientras preparaba el equipaje para asistir a una boda en Toledo, descubrí que algún facineroso había roto una ventanilla de mi coche y se había llevado la radio. Eso sí, muy escrupuloso: apenas había cristales en el asiento de la niña (todavía no me sale decir la mayor) y todo estaba leve pero ostentosamente revuelto, como para decirme "por muy bien que hayas escondido el frontal, al final lo he encontrado". En fin, muy pulcro todo, si bien ello no ha servido para haberme pasado todo el sábado de mal humor. Al contrario, me imagino, que los de mi seguro, que ya se estarán relamiendo pensando en la cuota que me van a colocar el año que viene (y es que éste hemos tenido una suerte particularmente funesta con el coche: atropellamos a un perro en medio de una autovía, se nos estampó un borracho contra el coche aparcado, ahora esto...)

II. Estadística
Así pues, procedí a poner una denuncia telefónica; pero mientras le dictaba los datos al operador, me daba cuenta de la escasa utilidad de la policía en estos casos. En el mejor de los casos, la denuncia sirve para que el seguro te pague algo, y, en el peor, para engrosar las estadísticas de delitos. Vamos, que le he dado un argumento más a algún político para que saque de paseo el fantasma de la inseguridad ciudadana y acuse a algún otro de falta de medios.
Mis sospechas se confirmaron cuando fui ayer a firmar la denuncia y el agente de turno me preguntó que si sabía el número de serie de la radio. Cuando le dije que no (dudo que haya mucha gente que apunte esas cosas, incluso yo mismo ya me he hecho falsos buenos propósitos), dejó caer que, aún en el supuesto caso de que recuperaran la radio, no me la iban a devolver. Obvio.

III. Epílogo
Ahora me dicen los del seguro que como la radio que me han robado no es la que venía de serie con el coche y no les he avisado de que la cambié en su momento, que el seguro no me cubre el robo. Cojonudo. Así da gusto suscribirse un seguro contra robo.
Busco socios para fundar una nueva compañía de seguros. El negocio es redondo: cobras una pasta a los clientes y luego te buscas cualquier puta triquiñuela para no pagarles cuando toque.

23 agosto 2007

Se acabaron las vacaciones...

... y repasando en un descansito la kilométrica lista de blogs que tengo por leer, Mauro Entrialgo me ha hecho sentir culpable:
Prometo enmendare en cuanto solucione un hipermarrón que tengo en el curro: un par de semanas, OK?

22 julio 2007

Я в Санкт-Петербурге!

En efecto: los chicos del programa IST han tenido a bien volver a subvencionarme otro viajecito por Europa, y esta vez ha tocado explorar los limites geopolíticos de esta palabra.
San Petersburgo, la ciudad construida por el zar Pedro I el Grande para ser capital del Imperio Ruso, y elegida por los revolucionarios comunistas para dejar de serlo, es ahora uno de los principales destinos turísticos del Báltico, por lo que no es difícil encontrarse por aquí japoneses ni, cómo no, españoles.
Mi primera impresión, tras llegar a horas intempestivas gracias a Iberia, montar en un taxi de palo (no parecía haber taxis auténticos en el aeropuerto), encontrarme con que la calle del hotel está devastada por unas obras, que el hotel por fuera más bien parece la pensión Lola, y que no sé qué lío se habían hecho con mi reserva, fue de: ¡Aquí No Vuelvo!
Afortunadamente, una ducha y un vigorizante paseo le hacen a uno ser más optimista, aunque después de cinco horas caminando bajo un solete a ratos molesto (todavía me habré puesto moreno a 60º de latitud) he necesitado una pequeña siesta para afrontar la búsqueda de un restaurante decente para cenar.

Si queréis la opinión de un turista ocasional como yo, San Petersburgo es todo fachada: edificios de espectacular arquitectura por todas partes, limpios y deslumbrantes en las áreas turísticas, y desangelados y decadentes en cuanto te alejas una calle o dos de los monumentos.
Empecé mi paseo cruzándome al otro lado del Neva y visitando la Fortaleza de Pedro y Pablo. La verdad es que esperaba algo a la altura de su relevancia histórica. No sé, algo parecido al Castillo de Akershus, por poner un ejemplo cercano. Pero no, la Fortaleza Picapiedra (si me permitís la frivolidad) es poco más que unos barracones de colores dentro de un recinto amurallado y una catedral (aunque yo la dejaría en iglesia, a secas) en el medio. No me extraña que se rindiera en seguida al oír los cañonazos del crucero Aurora, aunque visto también este último (lo tienen amarrado en mitad del río para regocijo de turistas nostálgicos), no me queda sino suponer que las cosas se veían de otra manera en 1917.El resto de mi visita ha discurrido ya por mi orilla del Neva, básicamente viendo el Hermitage por fuera (habrá quien me llame hereje por esto, pero soy más de ver ciudades que museos), tratando de absorber el caos turístico-consumista de la Avenida Nevskiy, y admirando, también por fuera (que estos rusos han aprendido muy rápido a sacarle los rublos a todo el que enarbola una cámara de fotos) otras maravillas arquitectónicas como la catedral de San Isaac o la deslumbrante iglesia de la Resurrección. Todo esto, que parece poco, son varios kilómetros por calles enormes, cruzando brazos del delta del Neva, y esquivando un tráfico bastante más demencial que el de Madrid, aunque definitivamente por detrás de la salvaje Atenas.
Había pensado subir unas cuantas fotos y hacer una galería en Flickr, pero visto que mis aptitudes para la fotografía son ciertamente escasas, quien tenga interés seguro que sabe dónde buscar buenas fotos de esta ciudad (Google Earth, por ejemplo).

Y una última frikez: el ayuntamiento de San Petersburgo parece estar llevando a cabo una cruzada contra la acumulación de vejigas repletas en las cercanías de los puntos de interés turístico, por lo que han dispuesto urinarios públicos portátiles por todas partes. Claro, que como éste no había visto yo todavía ninguno:
¿Cómo se llamará el invento? ¿Tronobús? ¿AutoRoca?
También podían, de paso, hacer algo para evitar la proliferación de botellas vacías por el suelo, que parece el deporte nacional de Rusia (como en España el tirar colillas, vaya).

Me despido: mañana y pasado toca trabajar así que no creo que me dedique mucho más al turisteo. Mis desentrenadas piernas me lo agradecerán, no obstante.
До свидания!



20 julio 2007

Tres de Pratchett (y 4)

Sí, ya sé que dije que tres eran tres lo libros del Mundodisco que me había leído este año, pero al terminar Tiempos interesantes me fue imposible dejar a Rincewind solo y desamparado en mitad del continente EquisEquisEquisEquis, y tuve que releerme El país del fin del mundo.
Como dije el otro día, El país del fin del mundo (pavorosa traducción de The last continent) fue editado por Plaza y Janés hace 4 años en el momento en que hubieran debido publicar Eric, mientras que su lugar correcto (cronológicamente después de Tiempos interesantes) hubiera sido después de la publicación de Jingo (prevista para este verano y que, según parece, han decidido traducirla, aún más pavorosamente, por ¡Voto a Bríos!, con dos cojones).
La verdad, después de Tiempos interesantes, El país del fin del mundo se me ha hecho un pelín aburrida: Rincewind sigue en su línea de salvar el
pellejo (y de paso el planeta) por pura casualidad; y el Equipaje (que ahora nos enteramos de que había abandonado a su recién creada familia en el Imperio Ágata) siembra el caos mientras trata de encontrar a su amo. Afortunadamente, las desventuras del cuadro académico de la Universidad Invisible suplen la ausencia de la Horda de Plata: las conversaciones filosóficas entre Ridcully y Stibbons son, simplemente, deliciosas, mientras que el espectáculo del resto de magos (en especial el Prefecto Mayor) babeando alrededor de la señora Panadizo se puede considerar antológico.
Por lo demás, los típicos horrores en la traducción a que nos tiene acostumbrados P&J... desde llamar "EcksEcksEcksEcks" al continente hasta cambiarle el nombre a la máquina pensante de Ponder Stibbons ("Maleficio" en vez de Hex). La verdad es que no sé qué pinto todavía no leyendo los originales en inglés...

Bueno, ahí va una selección de citas que me han gustado, ¡que las disfrutéis!

¿Quién querría ir a Hogwarts pudiendo asistir a la Universidad Invisible?

Ponder sabía que nunca hubiese debido permitir que Ridcully examinara los escritos invisibles. Después de todo, no dejar que tu jefe sepa qué demonios haces durante todo el día siempre ha sido, es y será un principio básico de las relaciones laborales.
Pero sean cuales sean las precauciones que adoptes, tarde o temprano el jefe acaba husmeando por ahí y empieza a soltar indirectas como "Así que aquí es donde trabajas, ¿eh?", "Juraría que os había enviado una nota de régimen interno sobre el traerse plantas de casa" y "¿Cómo se llama esa cosa que tiene un teclado?"

Eran las tres de la madrugada. Ridcully siempre había sido capaz de prescindir de las horas de sueño de los demás.

La Universidad Invisible era mucho más grande por dentro que por fuera. Miles de años como la más eminente institución de la magia práctica en un mundo donde, en cualquier caso, las dimensiones ya eran básicamente una cuestión de azar, la habían agrandado considerablemente en sitios donde no habría debido tener sitios. Había salas que contenían salas que si entrabas en ellas, resultaban contener la sala de la que habías salido en primer lugar, lo cual puede llegar a ser un auténtico problema a la hora de formar una fila para bailar la conga.

Ridcully señaló un pequeño artefacto de madera colocado junto a la puerta. Había uno delante del estudio de cada mago. Consistían en pequeños paneles correderos, rodeados por un marco. En ese momento mostraba la palabra PRESENTE y, presumiblemente, ocultaba la palabra AUSENTE, aunque con ciertos magos nunca había manera de saber si estaban en casa o habían salido.
El catedrático de Incertidumbre Creativa, por ejemplo, sostenía que se hallaba en un estado simultáneo de presencia y ausencia hasta el momento en que alguien llamaba a su puerta y colapsaba el campo, y afirmaba que era imposible mostrarse categórico al respecto antes de que se hubiera producido tal acontecimiento. La lógica es maravillosa, pero a veces obtienes mejores resultados pensando.

(...) Si consiguiera recordar cómo se determina la hora mirando al sol...
Yo esperaría un rato antes de intentarlo -dijo el prefecto mayor mientras entrecerraba los ojos haciéndose visera con la mano. Ahora brilla tanto que no hay forma de ver los números.

—Técnicamente, no hay ni una sola constelación familiar —dijo Estudios Indefinidos con un tembloroso hilo de voz—. Hemos contado tres mil ciento noventa y nueve constelaciones que podrían llamarse el Triángulo, por ejemplo, pero el decano dice que algunas de ellas no cuentan porque usan las mismas estrellas...

—Aun así, no puedo evitar pensar que... que quizá hayamos alterado el pasado, archicanciller —dijo el prefecto mayor.
—No veo cómo —dijo Ridcully—. Después de todo, el pasado ocurrió antes de que llegáramos aquí.
—Sí, pero ahora estamos aquí y lo hemos alterado.
—Entonces lo alteramos antes.
A todos les pareció que eso resumía con bastante claridad la situación. El viaje temporal tiende a provocar confusiones ridículas en el manejo de los tiempos verbales, pero un ego lo bastante grande casi siempre acaba encontrando alguna salida.


— Siempre he pensado que el sexo es una forma muy poco elegante de asegurar la continuidad de la especie — dijo Estudios Indefinidos cuando estaban llegando a la playa —. Estoy seguro de que podría haber algo mejor. Si quieren saber mi opinión, es muy... anticuado. Y toda esa agitación, todo ese terrible gasto de energías... No, no.
— Bueno, básicamente estoy de acuerdo con usted, pero ¿qué sugiere que utilicemos en vez del sexo? — preguntó Ridcully.
— El bridge — contestó Estudios Indefinidos.
— ¿De veras? ¿El bridge?
— ¿Se refiere a ese juego en el que se reparten cartas? — preguntó el decano.
— No veo por qué no. Puede llegar a ser muy emocionante, fomenta las relaciones sociales y no requiere ningún equipo especial.
— Pero hacen falta cuatro personas — observó Ridcully.
— Ah, sí. No había pensado en eso. Sí, supongo que quizá habría problemas. Bien, en ese caso... ¿Qué me dicen del croquet? Sólo se necesitan dos personas para jugar. De hecho, he disfrutado de muchas partiditas encantadoras en las que yo era el único jugador.
Ridcully permitió que un poco más de espacio se interpusiera entre su cuerpo y el de Estudios Indefinidos.
— Sigo sin ver cómo podría utilizarse con vistas a la procreación — dijo —. ¿Con fines recreativos? Sí, por supuesto. Pero la procreación... No, para eso no. Quiero decir que... bueno, ¿cómo funcionaría exactamente?
— El dios es él, ¿no? — resopló Estudios Indefinidos —. Se supone que es él quien tiene que ocuparse de los detalles, ¿verdad?
— Ya, pero... pensemos en las mujeres. ¿Realmente creen que una mujer decide pasar toda su vida al lado de un hombre meramente porque dicho hombre es capaz de levantar un mazo enorme que pesa un montón de kilos? —preguntó el decano.
—Bueno, pensándolo bien supongo que eso no es más ridículo que... —empezó Ridcully, pero se interrumpió de repente—. Creo que deberíamos cambiar de tema —se apresuró a añadir unos momentos después.
—La semana pasada estuve jugando al croquet con él —le siseó el decano a Ridcully mientras Estudios Indefinidos se alejaba—. ¡Y ahora no podré volver a dormir hasta que no me haya dado un buen baño!
—Cuando volvamos le confiscaremos todos los mazos de croquet y los guardaremos bajo llave —murmuró Ridcully.
—¿Sabía que su habitación está llena de libros sobre croquet? ¡Y algunos tienen ilustraciones en color!
—¿De qué?
—De jugadas famosas —respondió el decano—. Sí, creo que deberíamos confiscarle el mazo.
—Buena idea, decano —dijo Ridcully—. Estaba a punto de sugerirlo, créame.

En un lejano pasado, el plural de la palabra «mago» había sido «guerra».
Pero el ambicioso e ingenioso propósito de la Universidad Invisible era servir de peso en el brazo de la magia, haciendo que éste se moviera con la solemne majestad del péndulo en vez de girar con la mortífera decisión de una maza erizada de pinchos. En vez de lanzarse bolas de fuego desde lo alto de torres fortificadas, los magos aprendieron a lanzar maliciosas indirectas a sus colegas mientras les acusaban de no saber interpretar las actas de la reunión del cuadro académico, y ya habían superado el asombro inicial que sintieron al descubrir que lanzar indirectas resultaba tan malévolamente divertido como lanzar bolas de fuego. Consumían cenas descomunales y, después de una cena realmente buena y un buen puro, incluso el Señor Oscuro más feroz se siente inclinado a poner los pies encima de la mesa y ver el mundo con mejores ojos, especialmente si el mundo le está ofreciendo otra copa de coñac. Y así, lentamente, los magos fueron adquiriendo y asimilando el más importante de todos los poderes mágicos: el que te convence de que debes dejar de utilizar todos los demás.

—¿Qué? —exclamó el prefecto mayor—. ¿Me estás diciendo que antes de solicitar un puesto en una universidad debes tomar en consideración la posibilidad de que acabes siendo devorado por los tiburones en la costa de un continente misterioso miles de años antes de haber nacido?
—Bueno, tanto como eso... Lo que sí sé es que cuando la entrevistamos para el puesto no hizo muchas preguntas.


El tesorero ingresó en la Universidad cuando los aspirantes a magos iniciaban su aprendizaje muy pronto, poco después del momento en que habían aprendido a andar pero antes de que empezaran a pelearse por las chicas en el parque de juegos. Copiar un montón de veces la misma línea en el aula disciplinaria era uno de los castigos más habituales y el tesorero, como todos los demás, hizo algunos experimentos con el concepto de atar varias plumas a una regla en un intento de escribir las líneas de tres en tres. Pero Houser, un chico reservado y pensativo, cogió unos trozos de madera, despojó a un colchón de sus muelles y acabó creando una máquina capaz de escribir primero cuatro, luego dieciséis y, finalmente, treinta y dos líneas. La máquina había llegado a ser tan popular que los chicos infringían deliberadamente las reglas para tener acceso a ella, a tres centavos la sesión de uso y un real para ayudar a tensar los muelles. Preparar la máquina requería más tiempo del que nunca llegó a ser ahorrado utilizándola, naturalmente, pero eso suele ocurrir en muchos campos similares y es un signo del progreso. Los experimentos tuvieron un final trágico cuando alguien abrió una puerta en el momento equivocado y la repentina liberación de la tensión acumulada en el prototipo experimental de máquina de 256 líneas hizo que su creador saliera despedido por una ventana del cuarto piso.

Sí, estoy seguro de que podemos aprender muchas cosas los unos de los otros, archicanciller. Más ustedes de nosotros que nosotros de ustedes, por supuesto. Quizá deberíamos organizar un programa de intercambio de estudiantes o algo por el estilo...
—Buena idea.
—Puede quedarse con seis de los míos a cambio de una segadora de césped en buen estado. La nuestra se ha averiado.
El pobre Stibbons, desbordado por las sólidas mentes de los magos:
Siempre pensé que los viejos fósiles tenían muchas cosas que enseñarnos dijo Ponder . Quizá estaba equivocado añadió con expresión sombría.
Bueno, pues yo nunca he creído todas esas tonterías de animales muertos que se convierten en piedra -dijo Runas Recientes. Va contra todas las enseñanzas de la razón. ¿Qué cuernos sacan de volverse de piedra?
¿Y entonces cómo explica la existencia de los fósiles? preguntó Ponder.
Ah, pero es que no la explico -dijo Runas Recientes con una sonrisa triunfal. Al final las explicaciones siempre acaban metiéndote en líos. Las salchichas sin piel no se deshacen, ¿verdad? Bien, ¿y cómo explica usted eso, señor Stibbons?
¿Eh? Pues yo... ¿Cómo diablos quiere que lo sepa?
Oh, claro. No lo sabe, pero se considera cualificado para saber cómo fue organizado todo el universo, ¿verdad?

—Para emplear la metáfora clásica, lo importante es no matar a tu abuelo —dijo,
—¿Y por qué demonios iba yo a querer matar a mi abuelo? —preguntó Ridcully—. Siempre quise mucho al viejo, ¿sabe?
—Por supuesto, por supuesto. Accidentalmente, ¿comprende? —dijo Ponder—, Pero en cualquier caso...
—¿Sí? Bien, como ya sabe cada día mato accidentalmente a varias personas —dijo Ridcully—. Y de todas maneras, no veo a mi abuelo por aquí.
—Sólo era un ejemplo ilustrativo, señor. El problema estriba en la causa y el efecto, y lo que no está claro es...
—Lo que está muy claro, señor Stibbons, es que de repente parece estar convencido de que cuando alguien retrocede en el tiempo se ve atacado por una especie de manía fratricida. Si me encontrara con mí abuelo, le invitaría a tomar una copa y le diría que no debería estar tan seguro de que las serpientes no te morderán si las asustas, una información que quizá me agradecería más avanzada su vida.
—¿Por qué? —preguntó Ponder. —Porque así su vida habría podido avanzar un poco más de lo que llegó a avanzar.
—¡No, señor, no! ¡Eso sería peor que disparar contra su abuelo!
—¿De veras?
—¡Sí, señor!
—Me parece que su razonamiento contiene un par de pasos a los que quizá no ha prestado la debida atención, señor Stibbons —dijo el archicanciller con voz gélida—. Supongo que no tendrá intención de matar a su abuelo, ¿verdad?
—¡Por supuesto que no! —replicó secamente Ponder—. Ni siquiera sé qué aspecto tenía. Murió antes de que yo naciera.
—¡Aja!
—Pero yo no le...
—Oigan, estamos mucho más atrás en el tiempo que todo eso —dijo el decano—. Stibbons ha dicho millares de años, ¿verdad? Todos nuestros abuelos no existen.
—Ah, en ese caso el abuelo del señor Stibbons se ha librado por los pelos —dijo Ridcully.
Los clásicos del Mundodisco:
¿Pan de los enanos? preguntó Rincewind.
¡Justo en el blanco! Gracias a él pudimos atravesar millares de kilómetros de océano infestado de tiburones. Si no hubiera sido por ese saco lleno de pan de los enanos, nunca...
¿Habríais podido partirle el cráneo a los tiburones?
Ah, ya veo que entiendes de panes.

Rincewind estaba seguro de que no podías cruzar un humano con una oveja. Si eso fuera factible, a estas alturas los seres humanos —en particular los habitantes de los distritos rurales más aislados— ya habrían encontrado alguna forma de hacerlo.

Ponder había sido esa clase de niño. Todavía conservaba todas las piezas de cada uno de los juegos que le habían regalado a lo largo de su infancia. Ponder había sido la clase de niño que lee atentamente la etiqueta de cada envoltorio antes de abrir el regalo, anota en una libretita quién se lo ha regalado y, además, ya tiene escritas todas las cartas de agradecimiento para la hora del té. Sus padres, impresionados, comprendieron que habían traído al mundo un niño que haría grandes cosas o sería perseguido y linchado por una multitud de ciudadanos indignados antes de haber cumplido los diez años.

Aun así, una de las reglas básicas de la supervivencia en cualquier planeta es no buscarle las cosquillas a ningún ser vestido de cuero negro.
Y ésa es la razón por la que los manifestantes que se oponen a que los seres humanos se cubran con pieles de animales nunca han embadurnado con pintura a ningún Ángel del Infierno.
La vida en EquisEquisEquisEquis:
¿Aquí nunca llueve?
¡Por supuesto que no!
Pues en el sitio del que vengo ocurre con bastante frecuencia dijo Rincewind.
¿Sí? ¿Y cómo se las arregla para subir hasta el cielo? Porque el agua pesa bastante, ¿sabes?
Oh. Pues... pues... creo que el sol la aspira. O algo así.
¿Cómo?
No lo sé. Sencillamente ocurre.
¿Y luego cae del cielo?
¡Sí!
¿Gratis? ¿No hay que pagar?
¿Es que nunca has visto llover?
Oye, todo el mundo sabe que el agua está debajo del suelo. Es de puro sentido común, ¿no? El agua pesa, se va filtrando por el suelo y acaba acumulándose en las profundidades. Nunca la he visto flotar por los aires, compañero.
Bueno, ¿y cómo crees que llegó a acumularse en el suelo?
Loco puso cara de asombro.
¿Y qué pasa con las montañas? ¿Te importaría explicarme de dónde han salido las montañas? preguntó después.
¿Qué quieres decir? ¡Las montañas están ahí y punto!
Así que no caen del cielo, ¿eh?
¡Por supuesto que no! ¡Las montañas pesan mucho más que el aire!
¿Y el agua no? Tengo un par de barriles llenos debajo de la carreta, y si los levantas sudarías lo tuyo.

Y allí delante había un edificio. O por lo menos… Bueno, tenía que ser un edificio. Nadie podía haberse dejado abierta una caja de pañuelos de papel tan enorme.
(...)
Rincewind subió por la escalera saltando los peldaños de dos en dos e inició una rápida circunvalación del extraño edificio blanco. Al parecer era una especie de sala de música. Ópera, a juzgar por los sonidos, aunque no parecía el tipo de sitio donde se canta ópera: nadie habría podido imaginarse a un montón de señoras con cuernos en un edificio que parecía estar a punto de zarpar(...)

—Siempre metemos en la cárcel a nuestros políticos en cuanto acaban de ser elegidos. ¿Vosotros no?
—¿Porqué?
—Ahorra tiempo.
Éste es mi Rincewind:
—Escucha, rata gigante saltarina, he conseguido llegar hasta los muelles, ¿no? ¡Puedo correr más que ellos! ¡Puedo despistarlos! Soy capaz de subir a un barco en calidad de polizón, vomitar, ser descubierto y arrojado por la borda, mantenerme a flote durante dos días agarrándome a un barril viejo mientras me alimento de plancton (usando la barba como cedazo, ojo), atravesar cautelosamente los traicioneros arrecifes de coral que rodean a un atolón y sobrevivir en él comiendo ñames.

—He oído decir que te marchas —dijo Bill Rincewind—. ¿Quieres quedarte aquí? He hablado con tu decano, y te ha proporcionado unas referencias condenadamente buenas.
—¿De veras? ¿Qué dijo exactamente?
—Dijo que si conseguía que llegaras a hacer alguna clase de trabajo podría considerarme afortunado.
Pratchett: la referencia filosófica del siglo XXI:
Las constelaciones de Mundodisco cambiaban a medida que el mundo se iba desplazando a través del vacío, lo cual significaba que allí la astrología lideraba la vanguardia de la investigación en vez de, como ocurría en otros sitios, ser una astuta forma de evitar tener que buscar trabajo. El que las peculiaridades y asuntos humanos pudieran ser guiados de manera tan fiable y continuada por una sucesión de grandes bolas de plasma, la mayoría de las cuales jamás había oído hablar de la humanidad y además se encontraban a miles de millones de kilómetros de distancia de ella, era tan asombroso como inexplicable.

—Dicen que antes de morir ves cómo toda tu vida pasa por delante de tus ojos. ¿Es verdad?
—SÍ.
—Da miedo pensarlo. —Rincewind se estremeció—. Oh, dioses, y lo que estoy pensando ahora todavía es más aterrador. ¿Y si estoy a punto de morir y esto es mí vida entera pasando por delante de mis ojos?
—ME PARECE QUE NO LO ENTIENDES. LAS VIDAS DE LAS PERSONAS PASAN POR DELANTE DE SUS OJOS ANTES DE QUE MUERAN, Y EL PROCESO SE LLAMA «VIVIR». ¿TE APETECE UN CAMARÓN?

La capacidad para formular preguntas como «¿Dónde estoy y quién cuernos está haciendo esta pregunta?» es una de las cosas que distinguen a la humanidad de, por ejemplo, las sepias. Aunque naturalmente no es la más obvia y, de hecho, existen ciertas engañosas similitudes, particularmente la tendencia a tratar de esconderse detrás de una gran nube de tinta.

18 julio 2007

Tres de Pratchett (3)

Si de Eric no pude decir que era la mejor novela de Mundodisco, con Tiempos interesantes estoy muy tentado de hacerlo. Y no tanto por el estupendo papel de Rincewind, en su línea de patoso que sin saberlo salva el mundo, sino por la brutal irrupción en la saga una nueva galería de personajes, capaces de sembrar el caos y provocar hilaridad al mismo tiempo. Me refiero a La Horda de Plata, un grupo de seis bárbaros nonagenarios (Truckle el Descortés, Willie el Chaval, Caleb el Destripador, Hamish el Loco, el Viejo Vincent y el señor Saveloy o Profe) comandados por el famosísimo héroe Cohen el Bárbaro (a quien conocimos en La luz fantástica).
En Tiempos Interesantes volvemos a encontrarnos con Rincewind que, tras haber sido liberado de las Dimensiones Mazmorra por Eric, es reclutado por el archicanciller Ridcully para cumplir una misión en el Imperio Ágata, la versión del Disco del antiguo imperio chino. Nada más llegar, por medios muy poco ortodoxos, se produce el encuentro con La Horda, cuyo objetivo es nada menos que conquistar el Imperio. Para acabar de complicar el asunto, una revolución de corte comunista se está fraguando en las entrañas del Imperio y el sin par Dosflores no anda lejos...
Con estas premisas, Pratchett construye una de las más desternillantes novelas que he tenido ocasión de leer, plagada de sátira política y muy ágil de leer. Especialmente pensada para leer en el metro o en el autobús, y sorprender a los demás viajeros con repentinas, genuinas e irreprimibles carcajadas. Estoy deseando que salga El último héroe (que viendo el ritmo actual de Plaza y Janés, puede llevar fácilmente un año) para volver a disfrutar de las locuras de La Horda.

Y aquí van las citas de rigor, y esta vez son unas cuantas...

Más sobre la patética idiosincrasia de Rincewind:

El problema fundamental, había llegado a creer Rincewind, era que sufría de karma preventivo. Si existía la más remota posibilidad de que pudiera pasarle algo bueno en un futuro cercano, algo malo le sucedería ya mismo. Y luego le seguiría sucediendo durante toda la parte donde tenían que pasarle las cosas buenas, de forma que nunca podía experimentarlas.
(...)
En alguna parte del mundo, razonó, había alguien sentado al otro lado del balancín, una especie de reflejo invertido de Rincewind cuya vida era una sucesión de acontecimientos maravillosos. Confiaba en conocerlo algún día, preferiblemente llevando algún arma en la mano.

Rincewind podía pedir piedad a gritos en diecinueve idiomas, y simplemente gritar en otros cuarenta y cuatro.
Esto es importante. Los viajeros inexpertos pueden pensar que "¡Aaaargh!" es universal, pero en Betrobi quiere decir "intensamente divertido" y en Howondalandia quiere decir, según la situación, "Me gustaría comerme tu pie", "Tu mujer es un hipopótamo enorme" y "Hola, piensa el señor Gato Púrpura". Hay cierta tribu en particular que tiene una reputación temible de crueldad simplemente porque, tal como ellos lo ven, los prisioneros parecen estar gritando: "¡Deprisa! ¡Más aceite hirviendo!".

¿Rincewind el zapatero? ¿Rincewind el mendigo? ¿Rincewind el ladrón? Casi todo lo que no fuera Rincewind el cadáver exigía un adiestramiento o unos talentos que él no tenía.
No había nada más que se le diera bien. La práctica de la magia era su único refugio. Bueno, la verdad era que la magia tampoco se le daba bien, pero por lo menos no se le daba nada bien en absoluto. Siempre tuvo la impresión de que tenía derecho a existir como mago del mismo modo que no se podían hacer matemáticas como era debido sin el número cero, que ni siquiera era un número, pero que si lo quitabas, dejaba allí un montón de números más grandes con caras de putos estúpidos.

Rincewind tuvo que admitir que el hombre que estaba gritando tenía razón. Bien, no cuando decía que el padre de Rincewind era el hígado enfermo de un tipo de oso panda de las montañas y su madre era un cubo de baba de tortuga. Rincewind no había conocido en persona a ninguno de sus progenitores, pero creía que probablemente fueran al menos vagamente humanoides, a grandes rasgos. Pero sobre el tema de parecer estar en posesión de un caballo robado, aquel hombre sí que había calado perfectamente a Rincewind, además de ponerle un pie en el cuello. Un pie en el cuello es el noventa por ciento de la ley.

-¿Sabes eso de que los niños normales pasan por una fase de arrancarles las alas a las moscas?
-Yo no lo hice nunca -dijo Rincewind-. No se puede confiar en las moscas. Puede que parezcan pequeñas pero se pueden poner desagradables.

La contundente filosofía de la vida de Cohen el Bárbaro:
-(...)¿Sabes cuál es el plato que mejor hacen en la costa?
-No.
-Sopa de oreja de cerdo. ¿Qué te dice eso de un sitio, eh?
Rincewind se encogió de hombros.
-¿Que son gente previsora?
-Que algún otro cabrón se trinca el cerdo.

El padre de Cohen lo había llevado a la cima de una montaña cuando era un chavalín, le había explicado el credo de los héroes y le había dicho que no había mayor felicidad que morir en la batalla.
Cohen enseguida captó el punto débil de aquello, y toda una vida de experiencia había reforzado su creencia en que de hecho un placer mayor era matar al otro cabrón que estaba en la batalla y terminar sentado en un montón de oro más alto que tu caballo. Era una observación que le había reportado grandes beneficios.

-Este es Gengis Cohen -dijo el señor Saveloy-. Hacedor de grandes hazañas. Matador de dragones. Asolador de ciudades. Una vez compró una manzana.

-Verás, Profe, la proporción de mil a uno no es mucho peor que la de diez a uno -dijo Cohen-. Las razones son... -Se puso a contar con los dedos-. Uno, el típico soldado que no lucha por su vida sino por una paga no va a poner el cuello cuando están todos esos otros tipos que pueden poner el suyo. Dos, no se nos podrán acercar muchos de ellos a la vez, y van a estar todos dándose empujones y codazos, y... -Se miró los dedos con expresión de cálculo terminal.
-... Tres... -dijo el señor Saveloy, hipnotizado por aquella lógica.
-... Tres, sí... La mitad del tiempo, cuando intenten dar con la espada le darán a uno de sus compañeros y así nos ahorrarán un poco de esfuerzo. ¿Lo ves?
-Pero aunque eso sea cierto solamente funcionaría durante un ratito -protestó el señor Saveloy-. Aunque consiguierais matar a doscientos, os cansaríais y mientras tanto seguirían viniendo más tropas frescas a atacaros.
-Oh, pero ellos también estarían cansados -dijo Cohen alegremente.
-¿Por qué?
-Porque para entonces, si quisieran llegar a nosotros, tendrían que correr colina arriba.
La Horda, en estado puro:
-Esto -dijo Rincewind, después de examinar la pequeña escena-, ¿hay alguno de estos hombres que tenga menos de ochenta años?
-Ponte de pie, Willie el Chaval -dijo Cohen.
Un hombre deshidratado y solamente una pizca menos arrugado que los demás se puso de pie. Lo más llamativo de su persona eran los pies. Llevaba unas botas con las suelas extremadamente gruesas.
-Son para que me toquen el suelo los pies -dijo.
-Y esto... ¿no le tocan el suelo con botas normales?
-No. Es un problema ortopédico. ¿Sabes que hay mucha gente que tiene una pierna más corta que la otra? Pues mira por donde, lo que tengo yo...
-No me lo diga -dijo Rincewind -. A veces tengo unos flashes increíbles... Usted tiene las dos piernas más cortas que la otra, ¿verdad?
-Asombroso. Está claro que eres mago -dijo Willie el Chaval-. Entiendes de estas cosas.

-Yo ya sé comportarme en una puta ciudad -dijo Truckle el Descortés-. Hay que arrasar, violar, saquear y pegarle fuego al maldito sitio antes de irse. Es igual que con los pueblos pero se tarda más.
-Todo eso está muy bien si solamente se está de paso -dijo el señor Saveloy-. Pero ¿y si uno quiere volver al día siguiente?

-(...) ¿Y cuándo has estado tú en Efebia?
-Fui a cazar recompensas una vez.
-¿La recompensa por quién?
-Creo que la tuya.
-¡Ja! ¿Y me encontraste?
-No sé. Echa la cabeza para adelante a ver si se te cae.


-Una vez me comí a un hombre -murmuró Hamish el Loco-. En un asedio.
-¿Te comiste a una persona? -preguntó el señor Saveloy, haciendo una seña al camarero.
-Una pierna nada más.
-¡Qué horror!
-No si le pones mostaza.

-¿Cuál dijiste que era el castigo por entrar en la Ciudad prohibida, Profe?
-Creo que es algo semejante a colgar, jamerdar y cuartear.(...)
-¿Cómo se jamierda a alguien?
-Creo que te sacan las tripas y te las enseñan.
-¿Para qué?
-Pues no lo sé. Supongo que para ver si las reconoces.
-¿Cómo? ¿En plan <>?
-¿Y cómo te cuartean? O sea, ¿te sacan los cuartos?
-Creo que no, a juzgar por el contexto.
(...)
-Bueno, ¿y cómo te cuelgan?
-¿Perdón?
-Jo, jo, jo... Lo siento, lo siento.

-¿Bandera roja? -susurró Cohen.
-Significa que quieren parlamentar -dijo Seis Vientos Benéficos.
-Ya sabes... como nuestra bandera blanca para rendirnos -dijo el señor Saveloy.
-Nunca he oído hablar de ella -dijo Cohen.
-Quiere decir que no puedes matar a nadie hasta que estén listos.
El señor Saveloy trató de acallar los murmullos que sonaban a su espalda:
-¿Por qué no los invitamos a cenar y los masacramos a todos mientras estén borrachos?
-Ya le has oído. Son setecientos mil.
-¡Ah! Entonces tendría que ser algo sencillo con pasta.

-¿Van los maestros a algún sitio especial cuando mueren? -preguntó Cohen.
-Creo que no -dijo el señor Saveloy en tono lúgubre. Durante un momento se preguntó si realmente existía una gran Hora Libre en el cielo. No parecía muy probable. Lo más seguro era que hubiera que corregir exámenes.

-¿Sabes que cuando fui a por aquella Cabra Vampiro de Cinco Cabezas en Skund dijeron que no tenía que hacerlo porque era una especie en peligro de extinción? Les dije que sí, gracias a mí. ¿Y creéis que estaban agradecidos?
El Ejército Rojo: el maoísmo irrumpe en el Disco y Rincewind es el encargado de imponer cordura...
-¿Cómo estáis? -preguntó, en morporkiano vacilante pero reconocible-. Lo sentimos mucho. ¿Estáis mejor ahora? Os hablamos en idioma de ciudad celestial de Anj-Mor-Pork. Idioma de libertad y progreso. ¡Idioma de Un Hombre, Un Voto!
-Sí -dijo Rincewind. Le pasó flotando por la memoria una imagen del patricio de Ankh-Morpork. Un hombre, un voto. Sí-. Lo conozco. Está claro que es él quien vota.


-Sé algunas cosas de la gente que habla de sufrir por el bien de todos. ¡Nunca son ellos los que sufren, joder! ¡Siempre que oigáis a un hombre gritar: <<¡Adelante, valientes camaradas!>>, veréis que es el que está detrás de la puta roca más grande y lleva el único casco que es realmente a prueba de flechas!

-(...)Si hicierais una revolución todo les iría mejor, ¿verdad?
-Claro -dijo Mariposa-. Ya no estarían sometidos a los vaivenes crueles y caprichosos de la Ciudad Prohibida.
-Vaya, eso está bien -dijo Rincewind- Así que vendrían a estar a cargo de sí mismos, ¿verdad?
-Pues claro -dijo Flor de Loto.
-Por medio del Comité del Pueblo -dijo Mariposa.
Rincewind se llevó las manos a la cabeza.
-Os lo juro -dijo-. No sé por qué, pero acabo de tener el vislumbre de una premonición.
Los presentes parecieron impresionados.
-De repente tengo la sensación -continuó- de que no habrá mucha gente de los que sujetan búfalos de agua en el Comité del Pueblo. De hecho... hay una especie de.. voz que me dice que gran parte del Comité del Pueblo, corregidme si me equivoco, está ahora mismo delante de mí.
-Al principio, por supuesto -dijo Mariposa-. Los campesinos ni siquiera saben leer y escribir.
-Sospecho que ni siquiera saben ser granjeros como es debido -dijo Rincewind con tono lúgubre-. Por mucho que lleven tres o cuatro mil años haciéndolo.
-Ciertamente creemos que se pueden llevar a cabo muchas mejoras, sí -dijo Mariposa-. Si actuamos de forma colectiva.
-Apuesto a que estarán contentos de verdad cuando se las enseñéis -dijo Rincewind.
Los agateanos son así:
Alguien lo estaba mirando.
Y era un búfalo de agua.
Sería incorrecto decir que lo miraba con interés. Simplemente lo miraba, porque tenía los ojos abiertos y tenía que estar encarado hacia alguna dirección, y había elegido al azar una que incluía a Rincewind.
Su cara albergaba la expresión completamente serena de una criatura que se había dado cuenta hacía mucho tiempo de que era fundamentalmente un tubo con patas y de que había sido instalada en el universo para, el líneas generales, transformar materia prima.
(...)
-Esto... Perdone si es una pregunta personal -dijo Rincewind-. Pero no puedo evitar preguntarme... ¿por qué se pasa usted el día entero de pie en el campo con el búfalo de agua?
El hombre se lo pensó.
-Es bueno para la tierra -dijo al final.
-¿Pero no se pierde un montón de tiempo? -dijo Rincewind.
El hombre también reflexionó debidamente sobre aquello.
-¿Qué es el tiempo para una vaca? -preguntó.
Las clásicas imágenes del Mundodisco:
Ser golpeado hasta la inconsciencia en bares era bastante corriente. Si sucedía en Ankh-Morpork entonces uno tenía muchos números de despertar tirado en el Ankh y echando de menos todo su dinero. (...) Pero por lo general el que te golpeaba quería mantenerte con vida. El Gremio de Ladrones era muy puntilloso con el tema. Tal como decían: <>.

Los Cuatro Jinetes cuya Cabalgada presagia el fin del mundo son conocidos como Muerte, Guerra, Hambre y Peste. Pero hasta los acontecimientos menos importantes tienen sus propios jinetes. Por ejemplo, los Cuatro Jinetes del Resfriado Común son Moquera, Congestión De Pecho, Napia y Falta De Pañuelos. Los Cuatro Jinetes cuya aparición anuncia cualquier fiesta del calendario son Tormenta, Ventolera, Aguanieve y Carril Habilitado En Sentido Contrario.

Rincewind miró las botas y recordó con recelo el problema que había habido con el prototipo de Botas de Siete Leguas de la universidad. Un calzado que intenta hacerte dar pasos de treinta y tres kilómetros de longitud impone desafortunadas tensiones en la entrepierna. Le quitaron aquellos cacharros al estudiante justo a tiempo, pero aún así durante meses tuvo que llevar un artilugio especial y comer de pie.

La palabra que su mente había estado buscando a tientas salió por fin a la superficie, y era golem.
Existían un par de ellos, incluso en Ankh-Morpork. Era probable encontrarlos en cualquier zona donde hubiera magos o sacerdotes a quienes les gustaran los experimentos. No solían ser más que figuras hechas de arcilla y animadas con alguna clase de hechizo u oración adecuada. Iban de aquí para allá haciendo trabajitos sencillos, pero no se estilaban mucho últimamente. El problema no era ponerlos a trabajar sino hacer que dejaran de trabajar. Si ponías a un golem a cavar en el huerto y te olvidabas de él, al volver te encontrabas con que había plantado una hilera de judías de dos mil kilómetros de largo.
Y un par de perlas de filosofía pratchettiana:
La mayoría de la gente desarrollaba su conciencia social de joven, durante ese breve periodo entre dejar de estudiar y decidir que la injusticia no es necesariamente mala siempre.

-Bueno, mucha gente lo cree por aquí. Creen que la Historia vuelve a empezar cada tres mil años.
-Podría ser -dijo Rincewind, que estaba buscando otra brizna de paja y no escuchaba realmente. Al cabo de un momento asimiló las palabras-. ¿Tres mil años? Un poco corto, ¿no? ¿Todo, todo? ¿Las estrellas y los océanos y la vida inteligente evolucionando a partir de licenciados en bellas artes, todo ese rollo?