26 marzo 2007

Dijous Llarder

En la empresa donde curro tenemos la buena o mala suerte (según gustos) de contar con un comedor. Es un comedor regentado por una empresa de cátering de ésas cuyo dueño se hace fotos con Esperanza Aguirre, supongo que por la sensación de cercanía que da ver a un exitoso empresario junto a pobres trabajadores que no llegan a fin de mes. Para el irrisorio precio que nos cobran, no nos podemos quejar de que la comida sea mala. De hecho, es encomiable el esfuerzo que hacen un par de veces al mes por no ponernos los mismos platos de siempre y sorprendernos tanto con el aspecto de la comida como con su nombre. De estos momentos de, digamos, brainstorming culinario y nomenclatura creativa, han salido algunos de los grandes éxitos con que nos han deleitado de cuando en cuando... los espaguetis partichati, el gulax de ternera o la tremenda sorpresa del día de hoy:
"Tortilla al estilo de Dijous Llarder". Con dos cojones.

Gracias a San Google y la Virgen de la Wikipedia me entero sin embargo de que no se trata de la enésima ida de olla del redactor de menús, sino que la palabrita en cuestión existe en la mitología católica catalana... "Jueves Grasiento" dicen que significa
(*). Eso explicaría sobradamente el indigesto aspecto que presentaba la famosa tortilla:
Debido a mi pulsión por probar platos exóticos, la cual según mi mujer me ha dado más de un disgusto, y a mi interés científico-suicida me he decidido a probar éste.

Según informaban las atentas (y disciplinadas seguidoras de consignas) camareras, la tortilla llevaba queso, verduras y, ah sí, patatas (sic). Que llevaba queso, quesitos El Caserío para ser exactos, era evidente; algo de patata también ha aparecido de forma testimonial. De lo que no he encontrado ni rastro es de la verdura, a no ser que se tratara de ciertas manchas ocres milimétricas y de un trozo verdoso de medio centímetro cuadrado que ha aparecido tras un examen minucioso. Lamentablemente no disponemos en los laboratorios de cromatógrafos, por lo que no he podido discernir la naturaleza (o sobrenaturaleza) de la excrecencia verde.
En cuanto al sabor, la parte que no llevaba quesitos sabía a la típica tortilla industrial de huevina compacta capaz de poner en pie de guerra al estómago más pintado. Que alguien me acerque un Almax...


(*) Y digo yo... ¿quién copió a quién? ¿Cataluña a Nueva Orleáns o viceversa? ¿O copiaron ambos a Terry Pratchett en "Brujas de viaje"?

6 comentarios:

Santiago Bergantinhos dijo...

Suéname ese sitio. ¿Es el comedor de Santa Hortensia?

ÓsQar dijo...

Huy, casi casi. Has fallado por un kilómetro o así. Es Emilio Vargas. Los colores corporativos eran inconfundibles.

Anónimo dijo...

No te puedes ni imaginar la sensación tan contradictoria de nostalgia y ardores que me invade. De verdad. Quiero esa ensalada austrohúngara. Quiero esas berenjenas rellenas. Ese potaje de viJilia. La ensalada con GULA. :'|

Anónimo dijo...

Juer... Pues yo hoy he entrado volando en el comedor y ni he leído el menú. He estado a medio pelo de coger la tortilla, pero veo que me he librado de una buena :D

Por cierto, el Gulax suele ser normalmente "Gulas de Ternera", siempre me ha hecho mucha gracia :D

Pipilota dijo...

Espaguetis ¿partichati? XD

Ayyyjijiji en fin, no me guardes nunca las sobras pa mi perro, te lo agradezco lo mismo oye.

- YOGUR - dijo...

Siguiendo los dictados del gran JC, comento en todo Blog que vea:

Mira que me gusta a mi la tortilla pero esta tiene una pinta...Puagggh!! Parece que la haya regurgitado un engendro del Averno con toa la bilis...Me toi poniendo malo de solo pensarlo...

;P

Saludos